A la conmoción inicial por el desastre que ha dejado a su paso la DANA en Valencia ha seguido la indignación social por una sensación compartida entre los vecinos de los pueblos más afectados: hay zonas por las que todavía no ha podido pasar ningún bombero, ningún policía…
Mientras el balance de fallecidos sigue creciendo: 217 en Valencia, mientras se maneja todavía un listado de casi un millar de llamadas de alerta de desaparecidos. Esa sensación de abandono es la que ha provocado que miles de ciudadanos estén organizándose para tratar de ayudar en la limpieza de calles o en la recogida de alimentos para las zonas aún sin suministro.
EL MECANISMO DE EUROPA IMPIDE ENVIAR A MILITARES EXTRANJEROS A VALENCIA
La imagen de cientos de personas cruzando la pasarela peatonal que une la capital valenciana con el barrio de La Torre, mientras los camiones del Ejército la cruzan por debajo, resume bien la nueva fase en la que se adentra la gestión de esta crisis sin precedentes.
Los primeros 500 militares comenzaron a desplegarse en distintos puntos de la provincia para tratar de cubrir ese vacío contra el que han luchado hasta la fecha las escobas ciudadanas. Pese a la tardanza, que la ministra de Defensa, Margarita Robles, achacó al presidente Carlos Mazón -para indignación del Palau de la Generalitat, que lo desmintió-, en 24 horas se podrá doblar el contingente militar.
Este sábado llegaron otros 500 efectivos y el presidente valenciano ha solicitado otros 5.000 militares, los cuales llegaron entre el mismo sábado y el domingo. El Estado envió además 5.000 policías nacionales y guardias civiles.
Los nuevos militares procederán, principalmente, de soldados del Ejército de Tierra que se sumarán a los 4.323 soldados que trabajaban el martes Valencia. Eran 690 del Cuartel General, 1992 de la Unidad Militar de Emergencias, 1093 del Ejército de Tierra, 286 de la Armada, 200 del Ejército del Aire, 57 de la Guardia Real y cinco de la Inspección General de Sanidad de la Defensa.
«ESPAÑA TIENE RECURSOS»
Entre los vehículos enviados hay siete de transporte pesado, que pueden utilizarse para suministro de víveres, entre otras acciones, y dos ligeros, que proporcionan mayor rapidez para llegar a los sitios. En Paiporta, uno de los epicentros de tragedia, la presencia de las fuerzas de seguridad y de rescate ha aumentado significativamente. En el caso de la UME, trabajaban con bombas de achique para retirar el agua acumulada de calles, bajos y aparcamientos subterráneos.
Las autoridades locales se enfrentan a críticas y afirman que la respuesta ha tardado en llegar. También critican la falta de advertencias previas a las inundaciones.
SE SIGUE CRITICANDO EL NO HABER MOVILIZADO ANTES AL EJÉRCITO ESPAÑOL
Amparo Andrés, dueña de un comercio en Valencia desde hace 40 años, le contó a la BBC que el agua del edificio le llegó al cuello y creyó que iba a morir. «Al menos estoy viva, pero lo he perdido todo: mi negocio, mi casa», aseguró. «Y el gobierno no está haciendo nada. Son sólo los jóvenes quienes nos ayudan».
Asimismo, es el Gobierno español el que también enfrenta críticas por no haber movilizado al ejército a tiempo y por rechazar una oferta del gobierno francés de enviar 200 bomberos para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido hacer todo lo posible para ayudar a los afectados por el desastre. Las tareas de limpieza han sido organizadas en Valencia en gran parte por jóvenes en las redes sociales.
El viernes, las autoridades locales informaron que el tráfico se limitó en el área metropolitana de Valencia entre las 00:00 horas del sábado y las 23:59 del domingo. El responsable local de infraestructuras, Martínez Mus, afirmó que la medida se había tomado para garantizar que los servicios de emergencia pudieran utilizar las carreteras libremente y garantizar el suministro de agua, energía y la distribución de alimentos.