Tras el paso devastador de la DANA, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha confirmado que, por el momento, no se plantea la evacuación de los municipios más afectados. La prioridad reside en controlar la situación y prevenir posibles brotes infecciosos derivados de las aguas estancadas y residuales. La clave está en la monitorización constante y la rápida actuación ante los primeros síntomas.
Control de la situación y prevención de infecciones
Las autoridades sanitarias están trabajando en estrecha colaboración con las empresas de suministro de agua y el Ministerio de Transición Ecológica para agilizar la recogida de residuos y la recuperación de las depuradoras afectadas. Se monitoriza la situación de cerca para asegurar que el proceso se lleva a cabo con la mayor celeridad y eficacia. Aunque a día de hoy no se ha registrado un aumento significativo de casos de gastroenteritis u otras infecciones, la ministra ha insistido en la importancia de la vigilancia y la detección precoz.
La prevención es fundamental. Se recomienda a vecinos y voluntarios que acudan a los servicios sanitarios ante la presencia de síntomas como fiebre persistente, vómitos intensos, diarrea, dificultad para respirar, dolor abdominal fuerte, coloración amarillenta en piel y mucosas, heridas infectadas o deshidratación. Un diagnóstico precoz es crucial para un tratamiento eficaz y para evitar posibles complicaciones.
El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y la Conselleria de Sanitat están activados, preparando protocolos para evitar la proliferación de patógenos en las aguas estancadas. Se hace especial hincapié en la prevención de infecciones gastrointestinales, las más comunes en este tipo de situaciones, así como cualquier posible caso con potencial epidémico, como ictericia o neumonía.
Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se insta a la población a extremar las precauciones y seguir las medidas de higiene y protección: uso de mascarilla, protector ocular, guantes y botas durante las labores de limpieza, y un lavado de manos exhaustivo tras cualquier contacto con el lodo. Estas medidas son cruciales para minimizar el riesgo de contagio.
Recuperación a largo plazo y acceso a la atención sanitaria
La ministra ha advertido de que el proceso de recuperación y limpieza será largo, y que la vigilancia epidemiológica debe mantenerse durante un tiempo para controlar posibles vectores, patógenos y microorganismos. Aunque no se considera necesaria una vacunación masiva contra el tétanos, sí se recomienda para las personas que trabajen en las zonas afectadas, que hayan sufrido heridas y no tengan la pauta de vacunación al día. Como medida de precaución, se ha garantizado la disponibilidad de vacunas contra el tétanos, hepatitis A y B, y otras vacunas estacionales en todos los centros de salud de la Comunidad Valenciana.
En los municipios más afectados, donde los centros de salud han quedado inutilizados, se han habilitado puntos de asistencia de emergencias para garantizar la atención sanitaria a la población. Se está trabajando para restablecer la normalidad lo antes posible, pero mientras tanto se han dispuesto alternativas para que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios médicos que necesiten.
La ministra ha hecho un llamamiento a la prudencia y a la información veraz, haciendo hincapié en la importancia de evitar la desinformación. «La información y la ciencia salvan vidas», ha reiterado, recordando que la prioridad es la salud y la seguridad de todos los afectados.