Los hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública de la Comunidad de Madrid (Sermas) -los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General Villalba- fueron reconocidos con el Premio New Medical Economics 2024 a la ‘Mejor Iniciativa de Transformación Asistencial’ en la X edición de estos galardones entregados por la cabecera digital sanitaria en un acto presidido y clausurado por Almudena Quintana, directora general asistencial de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
El galardón, recogido por el doctor Javier Arcos, gerente de la Fundación Jiménez Díaz, y Marta del Olmo, gerente territorial del Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba, y directora de Experiencia de Paciente de los citados cuatro centros, de manos de José María Martínez, presidente de ‘New Medical Economics’, reconoce así la transformación digital promovida por el modelo asistencial diseñado, defendido y liderado por esta red hospitalaria que abarca e impacta en tres momentos de la asistencia sanitaria: antes, durante y después.
“Este premio es posible gracias a la estrategia consolidada y compartida por nuestros cuatro hospitales, que permite a nuestros profesionales -no solo a los asistenciales, sino también a los de otros muchos departamentos claves en este ámbito- liderar el cambio del modelo asistencial a través de proyectos basados en la innovación, la digitalización, el Big Data y la inteligencia artificial para mejorar los resultados en salud y experiencia de nuestros pacientes”, afirmaron el doctor Arcos y Del Olmo tras recoger el galardón.
Señalaron que la sociedad actual está marcada por realidades que impactan directamente en el modelo asistencial y obligan a un cambio dirigido a su sostenibilidad y mayor eficacia y eficiencia, centrado en mejorar los resultados finales para los pacientes y para la sociedad. Entre ellas, destacan un cambio sociodemográfico cada vez más intensificado, que incluye el envejecimiento de la población, la cronificación de las enfermedades, nuevos perfiles de pacientes que demandan una medicina asincrónica y tienen nuevas formas de relacionarse, y que se traduce en una mayor carga asistencial; un problema cada vez mayor de escasez de profesionales asistenciales, tanto de médicos como de enfermeras; y un déficit de efectividad y una gran variabilidad en la práctica clínica del sistema sanitario.
Frente a ello, “cada vez hay más evidencias de los beneficios que aportan los nuevos modelos organizativos para mejorar los resultados finales, tanto en prevención y promoción de la salud, como en mejora de la experiencia del paciente y de la sostenibilidad del sistema a través de un uso responsable de los recursos, y que ayudan a ser más eficientes en la atención de la creciente demanda asistencial”, asegura el doctor Arcos.
Modelos que, gracias a la citada estrategia basada en el uso de los datos y la información clínica para optimizar los procesos, a políticas de formación en salud digital y procesos organizativos, y a su madurez cultural y digital, esta red asistencial puede implementar.
Por ello, dijeron que estos hospitales han diseñado, defienden y lideran un cambio de modelo asistencial que abarca e impacta en los tres momentos de la asistencia sanitaria: antes, pasando de una Medicina reactiva a una Medicina proactiva que permite anticiparse, para impactar en la salud de forma previa al abordaje de la enfermedad, y en la que la coordinación entre niveles asistenciales se traduce en una reducción del tiempo de acceso al diagnóstico y al tratamiento; durante, transitando de una Medicina de actos a una Medicina de procesos y apoyados en herramientas de salud digital, servicios no presenciales, nuevos modelos asistenciales, aplicaciones propias, Big Data e inteligencia artificial; y después, para poder identificar, medir y mejorar el valor real de la actividad asistencial, lo que de verdad importa a los pacientes, añadiendo a las métricas de volumen otras de valor real para los pacientes.
Todo ello, apunta Del Olmo, “gracias, por una parte, al liderazgo de los profesionales clínicos en el diseño de estos programas e iniciativas, acompañados de otros muchos no asistenciales, y al soporte de herramientas digitales propias, nos ha permitido implementar y liderar un nuevo modelo asistencial que ayuda a superar los retos actuales del sistema sanitario, posibilitando la capacidad de anticipación, ayudando a planificar, reduciendo ineficiencias, mejorando la seguridad clínica, acortando tiempos, permitiendo ser más sostenibles, disminuyendo la carga de esfuerzos humanos, y garantizando la ética y la privacidad”.
“Un modelo que pone nuevas formas de gestión a disposición de los profesionales, y nuevas formas de comunicación al servicio de los pacientes, y utiliza las herramientas de salud digital para, lejos de deshumanizar la asistencia, personalizarla y llevarla más allá de las paredes de los hospitales, optimizar la eficiencia y, en definitiva, mejorar la experiencia y resultados en salud de los pacientes”, concluyen.