A pesar de lo dolorosas que están siendo las imágenes que salen de Valencia a raíz de DANA de los últimos días, es bueno recordar que no es primera vez que ocurre una situación similar, y según expertos climáticos podrían repetirse de forma más común en el futuro. De hecho, con el movimiento por estos días de los cuerpos es bueno recordar la lección de 1957, cuando tras la primera inundación, una segunda crecida tomó los tomó por sorpresa, aumentando los daños humanos y materiales. De momento, no parece repetirse la situación, pero es una lección a tener en cuenta también en Barcelona y otras alertas a futuro.
Es que la situación obliga a prever situaciones donde la crisis empeore. Lo cierto es que incluso si la AEMET ya ha rebajado el nivel de alerta de casi toda Valencia, se siguen esperando lluvias en los próximos días, y comunidades como Cataluña y Galicia podrían ver lluvias potentes, aunque no tanto como las de la semana pasada, estos días. Lo cierto es que esta segunda riada de 57 es una señal de lo peligroso que es bajar la guardia cuando se mantienen las crisis, y sobre todo cuando apenas empieza un otoño y un invierno que pueden venir acompañados de situaciones similares.
En ese momento, la segunda oleada, como es descrita en el artículo de ElDiario.es publicado en 2016, la segunda subida del río no solo se llevó consigo vehículos y personas, sino viviendas enteras y edificios que ya tenían sus cimientos dañados por la primera inundación. La falta de alertas tempranas para ambas subidas se tradujeron en un mayor número de fallecidos y en un mayo daño material en la ciudad, otro punto en común con la tragedia de este año, con la diferencia de que en 2024 si existen estos sistemas de alertas, pero esta no llego a los ciudadanos.
De momento en la comunidad se mantienen las labores de limpieza, búsqueda y rescate. De momento la situación se parece más de lo deseado a una crisis de hace más de 50 años, y la lentitud de la respuesta es imposible de justificar, a nivel autonómico y nacional. Lo importante será ahora ver si cambia la preparación, sobre todo si como lo predicen agrupaciones como Greenpeace aumentan la cantidad de fenómenos atmosféricos de este tipo en los próximos años.
La Generalitat Valenciana ha creado una cuenta solidaria destinada a apoyar a los afectados por la DANA. A través de esta iniciativa, ciudadanos, entidades y empresas podrán realizar donaciones que serán destinadas íntegramente a asistir a las personas afectadas y contribuir a reparar los daños sufridos.
La iniciativa solidaria está ya operativa gracias a la Conselleria de Hacienda, Economía y Administración Pública en colaboración con el Banco Sabadell. Los interesados pueden realizar sus donaciones en la siguiente cuenta finalista: ES94 0081 0693 61 0002423445, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
SITUACIONES EXTREMAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS MÁS ALLÁ DE VALENCIA
Lo cierto es que la alarma de Valencia ha recordado los problemas recientes que han ocurrido a nivel climático. Si bien hay algunos complicados de predecir, como la erupción volcánica en La Palma, que todavía deja cicatrices en la isla, y la famosa nevada Filomena en Madrid, España, ha tenido que enfrentar varias emergencias ambientales en los últimos años.
Lo más importante es tener mejor preparados los sistemas de alertas y respuestas. A pesar de lo que pueda parecer, no es un dato menor y es lo que puede hacer una diferencia entre las emergencias del siglo XX y el siglo XXI.
UN SISTEMA DE ALARMAS CRITICADO DEBIÓ HABER SIDO LA SALVACIÓN FRENTE A LA DANA
No es la única situación histórica que hay que recordar al ver las imágenes de Valencia y Barcelona. Es bueno recordar que el mismo sistema que ha sido criticado por las alertas de Madrid el año pasado y hace unos días en Almería había quejas por la llegada de una alerta similar que no se tradujo una emergencia superior. Lo cierto es que la situación actual recuerda que estas alertas son preventivas, y que es importante que lleguen incluso si después la emergencia no llega a los niveles esperados.
De hecho, se puede ver la diferencia con la situación en Barcelona. A pesar de lo terrible de las imágenes en la Ciudad Condal, el aviso temprano llegó a los teléfonos, y muchas empresas como Glovo o el FNAC tomaron la decisión de cesar sus operaciones durante el día, lo mismo que hicieron los taxistas en buena parte de la ciudad. Toca esperar los datos de los daños humanos y materiales, pero las imágenes iniciales son menos apocalípticas de las vistas en la comunidad de Valencia.