En un contexto donde las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se están implementando en ciudades de más de 50.000 habitantes en toda España, los vehículos sin distintivo ambiental y los que portan la etiqueta B de la Dirección General de Tráfico (DGT) se enfrentan a cada vez más limitaciones. Las restricciones actuales dificultan que estos coches puedan circular en los centros urbanos de ciudades como Madrid o Barcelona, y la proyección es que estas limitaciones aumenten con el tiempo. Sin embargo, existe un resquicio legal que permite a algunos propietarios cambiar la etiqueta de su coche de B a C, obteniendo así acceso a un mayor número de zonas. A continuación, te explicamos en detalle en qué consiste este procedimiento, qué necesitas para realizarlo y cuáles son los beneficios de hacerlo.
2Normativa de emisiones: la clave para el cambio de etiqueta
El punto clave en el cambio de etiqueta reside en las normativas de emisiones que cumple el coche, más allá de la fecha en la que fue matriculado. Según la DGT, la etiqueta B se asigna a vehículos matriculados antes de 2006 en el caso de los coches de gasolina y antes de septiembre de 2015 en el caso de los diésel. Sin embargo, la normativa de emisiones se basa en los niveles de contaminación que produce cada vehículo, los cuales se encuentran estandarizados mediante normativas europeas de emisiones, conocidas como Euro 4 y Euro 6.
La normativa Euro es un conjunto de requisitos de emisión que define los niveles máximos de gases contaminantes que un vehículo puede emitir. Los coches con normativa Euro 4 y Euro 6, independientemente de su fecha de matriculación, suelen cumplir con los requisitos para la etiqueta C. Así, si tu coche cumple con estas normativas, tienes una oportunidad de cambiar su etiqueta B a C.