Los conductores de Sevilla y Huelva, ante la amenaza del nuevo radar de la DGT

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La Dirección General de Tráfico (DGT) está intensificando sus esfuerzos para aumentar la seguridad en las carreteras españolas mediante la instalación de nuevos radares de velocidad. Con más de 2.000 dispositivos distribuidos por toda España, la DGT planea incorporar casi 90 nuevos radares de tramo antes de que termine el año 2024. En Sevilla, recientemente se ha puesto en marcha un nuevo radar fijo ubicado estratégicamente para controlar tanto la velocidad de los vehículos como otras posibles infracciones. En este artículo te contaremos cuál es la ubicación exacta de estos nuevos dispositivos y explicaremos su funcionamiento.

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¿Es obligatorio que los radares móviles de la DGT estén señalizados?

¿Es obligatorio que los radares móviles de la DGT estén señalizados?

A diferencia de los radares fijos, cuya ubicación debe estar señalizada previamente, la DGT no requiere que los radares móviles cuenten con una señalización que advierta a los conductores. Esta diferencia es importante, ya que los radares móviles pueden colocarse en cualquier punto de la red vial española sin previo aviso, lo cual permite a la DGT realizar controles más sorpresivos y efectivos en diversos tramos de las carreteras.

El reglamento vigente, establecido mediante un Real Decreto, respalda esta normativa, argumentando que la falta de señalización en los radares móviles contribuye a que los conductores mantengan una velocidad adecuada y un comportamiento seguro en todo momento, independientemente de la presencia de un dispositivo de control. La política de la DGT en este sentido busca incentivar una conducción responsable y reducir la dependencia de la señalización previa como único recordatorio de los límites de velocidad y otras normas de tráfico.

La DGT sigue implementando su plan de aumentar la seguridad vial con la instalación de nuevos radares en puntos estratégicos de la geografía española. Con el dispositivo en la A-49 de Sevilla, la DGT no solo refuerza el control de velocidad, sino que además monitorea el uso del cinturón y el posible uso del móvil al volante. En conjunto con la normativa que exige la correcta ubicación de estos radares para evitar interferencias con las barreras de seguridad, este tipo de dispositivos se convierte en un aliado para reducir la siniestralidad en carreteras.

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