La Ruta de las Caras, ubicada en la provincia de Cuenca, es un destino que combina arte, naturaleza y aventura en un entorno poco conocido pero fascinante. Este sendero, que se extiende a lo largo de aproximadamente 3 kilómetros, se ha convertido en un lugar de interés para aquellos que buscan una experiencia única y un contacto más cercano con el arte al aire libre. Hoy, exploraremos las características más destacadas de esta ruta, su historia, las obras que alberga y consejos prácticos para disfrutarla al máximo.
1Un recorrido por el arte al aire libre
La Ruta de las Caras se inauguró en 1992 gracias a la iniciativa de un grupo de artistas que, con el apoyo del Ayuntamiento de Cuenca, decidieron transformar este espacio natural en un museo al aire libre. En la ruta, los visitantes pueden encontrar más de 18 esculturas talladas en piedra que representan rostros y figuras humanas. Estas obras, realizadas en su mayoría por escultores españoles y de diferentes nacionalidades, se integran armoniosamente en el entorno, creando una experiencia visual impactante y memorable.