A estas alturas ya nadie se atreve a poner en duda que Chicote sea uno de los cocineros más importantes y destacados que hay en el panorama culinario de nuestro país. Y lo cierto es que el cocinero madrileño se ha ganado este status a base de méritos propios. Tanto es así que cualquier cosa que hace o que dice con respecto a la cocina es tomada muy en cuenta por todo el sector. Y precisamente a lo largo de este artículo queremos hablarte de sus gustos. Porque cada vez que va al País Vasco visita sí o sí este restaurante.
6Es un restaurante familiar que abrió hace más de 30 años
Tal y como te acabamos de contar, Alberto Chicote siempre acude al restaurante El Clarete cada vez que pasa por Vitoria. Se trata de un restaurante en el que, además de comer muy bien, hay muy bien ambiente. Lo lleva la misma familia que lo abrió hace ya más de 30 años. Incluso lo nombran en la guía Michelín.
El Clarete comenzó en 1988 una nueva etapa siendo un histórico restaurante de Vitoria-Gasteiz que realmente lleva en marcha desde 1927. Patxi desde la atención al cliente, el trato en sala y el conocimiento detallista del mundo del vino y Unai tratando desde los fogones, los productos con mimo y técnica. El restaurante tiene un objetivo sencillo y simple: dar de comer y beber a quienes acuden a él. Pese a no ser una tarea sencilla, que nadie dude que ese es su objetivo, disfrutar de un momento agradable.
Comida elaborada, con criterio y sentido, pero a la vez sorprendente. No se trata de un lugar donde vayas a encontrar ofertas gastronómicas de “nueva cocina” pero sí un espacio donde se puede comer “buena cocina”. Calidad de elaboración y calidad de materia prima. Y junto a la comida, la bebida, totalmente acompasada. Donde se mantiene el mismo criterio, “dame de beber y de comer”, con una propuesta en línea con la gastronomía y con una oferta adecuada en precio pero sobre todo en unas referencias de calidad, sorprendentes, seleccionadas personalmente por sus características como propio producto: vino.
Así es El Clarete. Sin grandes pretensiones. Tan sencillo. Tan difícil.