Desde hace más de 40 años, la idea de construir un puente que una España y Marruecos ha estado en la mente de muchos. Con solo 14 kilómetros separando ambos países, el proyecto parece tentador. Sin embargo, las dificultades técnicas han hecho que esta ambiciosa obra se haya descartado en múltiples ocasiones. Hoy, analizaremos por qué la construcción de un puente en el estrecho de Gibraltar sigue siendo un sueño inalcanzable.
1Desafíos de profundidad y corrientes marinas
Uno de los principales obstáculos para la construcción de un puente en el estrecho de Gibraltar son las elevadas profundidades del mar. En este corto trayecto de 14 kilómetros, las profundidades varían entre 300 y 900 metros, lo que dificulta enormemente la creación de cimientos sólidos. Comparativamente, el canal de la Mancha, que conecta Francia e Inglaterra, tiene una profundidad máxima de 180 metros y una profundidad media de 54 metros, lo que facilitó su construcción.
Además de la profundidad, el estrecho presenta fuertes corrientes marinas. La confluencia de las frías aguas del océano Atlántico y las cálidas del mar Mediterráneo genera corrientes submarinas que añaden otro nivel de complejidad al proyecto. Estas condiciones hacen que la construcción de un puente sea extremadamente arriesgada y costosa, lo que ha llevado a los gobiernos a descartar la idea en repetidas ocasiones.
