Sallent de Gállego, un pequeño y encantador pueblo del Pirineo de Huesca, se ha convertido en un verdadero referente de la cultura de bares en España. Con una asombrosa cifra de 15,7 bares por cada 1.000 habitantes, esta localidad no solo supera la media nacional de 2,8 bares, sino que se sitúa a la cabeza del país en cuanto a oferta de restauración. Si te consideras un amante de la gastronomía y la vida social en los bares, este lugar debería estar en tu lista de destinos imprescindibles.
2Atractivos turísticos más allá de sus bares
Aunque la cantidad de bares es impresionante, Sallent de Gállego no solo es conocido por eso. Su ubicación privilegiada, a los pies del embalse de Lanuza y muy cerca de la estación de esquí Aramón Formigal-Panticosa, lo convierte en un destino popular tanto en verano como en invierno. Los turistas pueden disfrutar de paisajes naturales únicos, realizar excursiones a los cercanos picos e ibones, o simplemente relajarse en un entorno pintoresco rodeado de montañas. Además, su casco histórico ofrece tesoros como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una joya arquitectónica gótica del siglo XVI, y las Casas Socotor y Menin, que aportan al encanto del pueblo.