Enclavado en la provincia de Girona, Castellfollit de la Roca es un pequeño pueblo que parece desafiar la gravedad. Situado en un risco de basalto volcánico que se alza sobre el río Fluvià, este pintoresco enclave es uno de esos secretos ocultos de Cataluña que deja sin palabras a quienes lo visitan por primera vez. A medio camino entre las montañas y los campos de cultivo, el pueblo, con su arquitectura medieval y sus vistas sobre el abismo, ofrece una experiencia única para los viajeros.
5Un destino perfecto para una escapada
A pesar de su tamaño reducido, Castellfollit de la Roca ha ganado popularidad en los últimos años como destino turístico. Su cercanía a otras localidades turísticas de la provincia de Girona, como Olot y la Garrotxa, lo convierte en un lugar ideal para una escapada en el corazón de la naturaleza. No solo los amantes de la historia y la arquitectura encontrarán algo que disfrutar aquí, sino también aquellos que buscan tranquilidad y un respiro del bullicio urbano.
El pueblo cuenta con varios alojamientos pequeños, como casas rurales y hoteles familiares, donde los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía local. Platos típicos como el caneló o el trinxat de la garrotxa son ideales para quienes desean degustar la cocina tradicional catalana mientras disfrutan de un entorno natural excepcional.