Ser inteligente no solo se refleja en exámenes o diplomas, también se manifiesta en algo tan cotidiano como las palabras que eliges. A veces, sin darnos cuenta, la forma en que nos expresamos puede ser un reflejo claro de cómo funciona nuestra mente y de las conexiones que hacemos con el mundo que nos rodea. ¿Y si te dijera que ciertos patrones de lenguaje pueden decir mucho más de ti de lo que crees?
Lo que decimos, cómo lo decimos y el vocabulario que usamos puede ser una pista sorprendente sobre nuestras habilidades cognitivas. Tal vez no lo habías notado, pero el simple hecho de elegir una palabra en lugar de otra podría estar revelando más sobre tu inteligencia de lo que imaginas. ¡Te sorprenderá lo que podrías descubrir sobre ti mismo!
6El «Como» innecesario
¿Cuántas veces has escuchado a alguien insertar la palabra «como» varias veces en una frase, aunque no sea necesaria? Este hábito es muy común, pero puede hacer que nuestras ideas suenen menos claras y bien pensadas. El uso excesivo de «como» puede ser una señal de vacilación o de falta de confianza en lo que estamos diciendo, lo que lleva a que los demás perciban nuestras ideas como menos estructuradas.
Para evitar que el «como» se apodere de nuestras conversaciones, es útil pausar y pensar bien lo que queremos decir antes de hablar. Expresarse con claridad y sin recurrir a muletillas innecesarias es una muestra de inteligencia verbal y de que estamos seguros de nuestras ideas.