Ser inteligente no solo se refleja en exámenes o diplomas, también se manifiesta en algo tan cotidiano como las palabras que eliges. A veces, sin darnos cuenta, la forma en que nos expresamos puede ser un reflejo claro de cómo funciona nuestra mente y de las conexiones que hacemos con el mundo que nos rodea. ¿Y si te dijera que ciertos patrones de lenguaje pueden decir mucho más de ti de lo que crees?
Lo que decimos, cómo lo decimos y el vocabulario que usamos puede ser una pista sorprendente sobre nuestras habilidades cognitivas. Tal vez no lo habías notado, pero el simple hecho de elegir una palabra en lugar de otra podría estar revelando más sobre tu inteligencia de lo que imaginas. ¡Te sorprenderá lo que podrías descubrir sobre ti mismo!
4La simplicidad de «Simplemente»
«Simplemente» es otra palabra que puede hacer que parezca que estás restando importancia a la complejidad de un tema. Usar «simplemente» puede dar la impresión de que no estás apreciando la complejidad del asunto o que estás reduciendo demasiado la información. A veces, las cosas no son tan simples como parecen, y usar esta palabra puede hacer que tu explicación suene superficial.
En lugar de recurrir a «simplemente», intenta mostrar que has considerado diferentes ángulos o matices del tema en cuestión. La inteligencia no se demuestra minimizando los desafíos, sino reconociendo su complejidad y enfrentándolos con un enfoque más detallado y reflexivo.