Granadilla, un pintoresco pueblo amurallado en el norte de Cáceres, ha pasado de ser un pueblo fantasma a convertirse en un centro educativo lleno de vida. Este municipio, abandonado en los años 50, hoy es el hogar temporal de estudiantes que participan en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Hoy, exploramos cómo la historia de Granadilla y la implicación de los jóvenes han dado una segunda oportunidad a este histórico lugar.
2La resurrección de Granadilla: Estudiantes en acción
En 1980, Granadilla fue declarado Conjunto Histórico Artístico, lo que marcó un cambio en su destino. En lugar de convertirse en una reliquia olvidada, comenzó a ser parte del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados. Este proyecto no solo se centra en restaurar el pueblo físicamente, sino también en darle un propósito educativo que involucra directamente a los estudiantes de toda España.
Cada año, cientos de jóvenes se trasladan a Granadilla para vivir una experiencia única. Durante dos semanas, los estudiantes se sumergen en la vida rural, aprendiendo habilidades prácticas como carpintería, albañilería, jardinería y el cuidado de animales. Además de contribuir a la restauración y el mantenimiento del pueblo, desarrollan una mayor conciencia sobre la importancia de preservar el entorno natural y cultural.
