La hostelería española encara el último trimestre de 2024 con cautela ante una previsible moderación del consumo. Tras un arranque de año con un fuerte crecimiento, el sector se prepara para afrontar nuevos retos en un escenario económico más incierto. La clave del éxito residirá en la adaptación a las nuevas tendencias del consumidor y en la optimización de la cadena de valor.
Tras un primer trimestre de 2024 con un crecimiento medio del 11% en facturación, la tendencia al alza se ha moderado hasta un 9% en el primer semestre. Esta moderación se prevé que continúe en el último trimestre del año, marcada por la contención del gasto por parte del consumidor.
Optimización de la cadena de valor
En un contexto de moderación del consumo, la optimización de la cadena de valor se convierte en un factor esencial para mantener la rentabilidad del sector hostelero. La tecnología juega un papel importante, pero la humanización de las relaciones entre distribuidores y fabricantes es fundamental. La colaboración y la transparencia entre los diferentes actores de la cadena de suministro son cruciales para mejorar la eficiencia, reducir costes y ofrecer un mejor servicio al cliente.
La logística es uno de los puntos clave a optimizar. El transporte en la última milla, que representa el 41% del coste logístico total, puede impactar significativamente en el funcionamiento de toda la cadena de valor.
Otro aspecto crucial es la gestión del talento. El sector hostelero se enfrenta a una elevada rotación de personal, lo que supone un reto para la captación y fidelización del talento. El bienestar del personal se ha convertido en un factor clave para atraer y retener a los empleados. Las empresas del sector deben invertir en la formación de sus trabajadores, ofrecer condiciones laborales atractivas y fomentar un buen ambiente de trabajo.