Jugar en Miami ayudaría a llenar las arcas del equipo de Gil Marín para próximos fichajes
Gil Marín, máximo dirigente del Atlético de Madrid, habría aceptado la propuesta enviada desde LaLiga para llevar el próximo partido ante el FC Barcelona a Estados Unidos, concretamente a Miami. El encuentro en cuestión es el que está fijado en el calendario para el fin de semana del 21 y 22 de diciembre de 2024.
De concretarse este cambio, el partido entre FC Barcelona y Atlético de Madrid dejaría de jugarse en el Estadio Olímpico Lluis Compayns para disputarse en el Hard Rock Stadium, principal estadio de Miami y hogar de los Miami Doplhins de la NFL, equipo que tendrá ese mismo fin de semana un encuentros transcendental ante los San Francisco 49ers en el que se jugarán el pase a los Play Off.
Gil Marín quiere hacer caja
Gil Marín sabe que si el Atlético de Madrid quiere realizar más fichajes de cara a la próxima temporada debe aumentar considerablemente sus ingresos. En este sentido, el club ha realizado una ampliación de capital al tiempo que se ha movido para encontrar un nuevo patrocinador para su estadio. También suma su participación en el Mundial de Clubes de la UEFA, que le dejará una cuantiosa suma al equipo de Simeone si hace un buen papel.
Sin embargo, Gil Marín quiere seguir explorando alternativas que no solo llenen las arcas a corto plazo sino que también ayuden a expandir la marca Atlético de Madrid por el mundo, y un partido en Miami podría ser una gran oportunidad para abrir nuevos mercados y generar nuevos ingresos con los que acometer futuras operaciones.
La RFEF no ve motivos para interponerse
Según informaban desde El Larguero de la Cadena Ser, desde la RFEF parece que no pondrán trabas si finalmente se decide trasladar el partido entre el FC Barcelona y el Atlético de Madrid a Miami. Sin embargo, para que este gran cambio pueda llevarse a cabo desde LaLiga tendrán que realizar una petición oficial que, a día de hoy, el Secretario General no ha recibido.
Por otro lado, pese a que no habrá objeciones, si existe un obstáculo y es que la Gestora no se atreverá a firmar un documento de estas características a sabiendas de las posibles consecuencias legales que esto pueda suponer.