Tesla planea revolucionar el transporte con sus robotaxis, prometiendo su lanzamiento en California y Texas para 2025. Elon Musk, CEO de la compañía, aseguró que el próximo año contarán con vehículos Tesla sin conductor, ofreciendo ya un servicio de transporte para empleados en la Bahía de San Francisco. Sin embargo, esta ambiciosa visión se enfrenta a importantes obstáculos regulatorios y de seguridad.
Obstáculos regulatorios y de seguridad para los robotaxis de Tesla
El Departamento de Vehículos Motorizados de California afirma que Tesla no ha solicitado ni posee un permiso para pruebas de conducción autónoma, incluyendo su sistema «Full Self Driving». Musk reconoce las dificultades, especialmente en California, pero se muestra optimista sobre la obtención de permisos en 2024. Esta afirmación contrasta con la investigación federal abierta por la Administración de Seguridad Vial de Estados Unidos, que investiga la capacidad del sistema de conducción autónoma de Tesla para responder adecuadamente en condiciones de baja visibilidad, tras varios accidentes, incluyendo uno mortal. La expansión a Europa y China, prevista para el primer trimestre de 2025, también depende de las aprobaciones regulatorias, añadiendo incertidumbre al proyecto.
La falta de permisos y la investigación en curso plantean serias dudas sobre la viabilidad del ambicioso cronograma de Musk. La seguridad es un factor crucial, y las autoridades regulatorias deben garantizar que la tecnología de conducción autónoma de Tesla sea lo suficientemente robusta y fiable antes de permitir su despliegue en las carreteras públicas. La presión por cumplir con los plazos autoimpuestos no debe comprometer la seguridad de los usuarios y del público en general. Además, la complejidad de la legislación en diferentes jurisdicciones añade otra capa de dificultad al proceso de aprobación.
Beneficios en aumento, pero con desafíos en el horizonte
A pesar de los desafíos que enfrenta el proyecto de robotaxis, Tesla ha presentado resultados financieros positivos en el tercer trimestre de 2025. La compañía registró un beneficio neto de 2.167 millones de dólares, un aumento del 17% interanual. Los ingresos totales alcanzaron los 25.182 millones de dólares, un 8% más que el año anterior. El negocio automovilístico, núcleo de la empresa, ingresó 20.016 millones de dólares, un ligero incremento del 2% interanual y del 0,7% respecto al segundo trimestre de 2025. El ebitda ajustado también experimentó un crecimiento significativo, alcanzando los 4.665 millones de dólares, un 24% más que en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, el margen operativo se redujo en 3,2 puntos porcentuales, situándose en el 10,8%, en comparación con el 14% del tercer trimestre de 2023. Esta disminución podría atribuirse a varios factores, como la reducción de precios implementada por Tesla en algunos de sus modelos para estimular la demanda, el aumento de los costes de producción debido a la inflación y las interrupciones en la cadena de suministro, y las inversiones en investigación y desarrollo, especialmente en el área de conducción autónoma.
A pesar de los resultados financieros positivos, Tesla se enfrenta a una serie de desafíos en el futuro. La competencia en el mercado de vehículos eléctricos se está intensificando, con la entrada de nuevos actores y el desarrollo de modelos cada vez más sofisticados por parte de los fabricantes tradicionales. Además, la empresa debe abordar las preocupaciones sobre la seguridad de sus sistemas de asistencia a la conducción y demostrar la viabilidad de su tecnología de conducción autónoma. La rentabilidad a largo plazo del negocio de robotaxis también es incierta, ya que depende de la obtención de las aprobaciones regulatorias, la aceptación por parte del público y la capacidad de Tesla para gestionar los costes operativos.