La convivencia en una comunidad de vecinos implica una serie de responsabilidades económicas. Además de las cuotas mensuales destinadas al mantenimiento de las zonas comunes, como limpieza o reparaciones menores, existen situaciones imprevistas que requieren de aportes extraordinarios, conocidas como derramas. Este término se refiere a un pago adicional que deben realizar los propietarios para cubrir gastos no contemplados en el presupuesto habitual. Entender qué son las derramas, cuándo son obligatorias y cómo se calculan, es clave para una correcta convivencia vecinal y evitar conflictos. A continuación te contaremos en que casos estás obligado a pagar las derramas. ¡No te lo pierdas!
2¿Cómo se calculan las derramas?
El cálculo de las derramas depende del sistema de cuotas de participación que se haya establecido en la comunidad. En términos generales, la Ley de Propiedad Horizontal establece que cada propietario debe pagar en función de los metros cuadrados que posee. Es decir, los propietarios de viviendas o locales más grandes tendrán que asumir un porcentaje mayor de la derrama.
Sin embargo, este criterio puede variar si así lo determina la junta de propietarios. En algunos casos, se puede optar por repartir el coste de manera equitativa entre todos los vecinos, independientemente del tamaño de su propiedad. Esto suele suceder cuando se considera que los beneficios de la obra o reparación afectan a todos los propietarios por igual, como la renovación de una piscina comunitaria o la instalación de cámaras de seguridad.
Es importante destacar que no existe un límite máximo o mínimo establecido por la ley para las derramas, lo que significa que la cantidad a pagar puede variar significativamente dependiendo de la magnitud del proyecto. Por ejemplo, el coste de una reparación estructural importante puede ser mucho mayor que una simple mejora estética.