La situación alrededor del centro de Madrid, con los diferentes tipos de vehículos que hacen vida en la zona, es, cuando menos, delicada. Ya se ha prohibido que en la ciudad circulen los patinetes y bicicletas eléctricas de alquiler, pero recientemente los tuk tuk usados en el centro de la ciudad, sobre todo en la zona cercana al palacio real, y todo apunta a que será el próximo medio de transporte que tendrá que lidiar con una regulación por parte del ayuntamiento.
Mientras tanto, estos vehículos siguen operando con normalidad por el centro de la ciudad y sobre todo en las zonas más turísticas, en ocasiones incluso ocupando los carriles de la vía dedicados a las bicicletas o el transporte público como los taxis, es un problema doble, pues en la práctica se trata de vehículos usados para el turismo y no de un medio de transporte usado por los habitantes de la ciudad. Si bien el turismo es clave para la economía madrileña, debe cumplir con las normativas legales, y de momento los tuk tuk han operado sin la suya.
Lo cierto es que esta nueva regulación sobre estos vehículos va de la mano de una revisión de varias normativas que el ayuntamiento ha hecho en el último año. La expulsión de los patinetes y bicicletas de alquiler es el más evidente, pero también se ha puesto el ojo sobre las viviendas de uso turístico y se está trabajando de forma apresurada para rescatar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) del centro de la ciudad.
«El fenómeno de los tuk tuk nos preocupa, y de hecho también la semana pasada le pedí a la concejala delegada de Turismo, a Almudena Maíllo, que determinará cuál es la situación, cuál es el marco normativo concreto bajo el que se amparan los tuk tuk para poder tomar decisiones al respecto», ha dado a conocer el alcalde en una intervención el mes de septiembre, recogidas por TeleMadrid. Desde entonces se sigue esperando la nueva normativa, que todavía no llega desde la consejería de turismo de la capital.
MADRID Y UNA COMPLEJA BÚSQUEDA DE EQUILIBRIO
Si bien desde la comunidad y el ayuntamiento se sigue buscando que Madrid sea uno de los hubs turísticos y culturales de Europa, la situación, los tuk tuk, así como otras controversias de los últimos meses como la del Santiago Bernabéu, demuestran lo complejo de mantener este equilibrio. Si se suma la llegada de modas como esta es todavía más complicado para el ayuntamiento estar al día con todas las normativas necesarias para que la ciudad funcione como lo esperan.
Lo cierto es que entre los trabajadores del sector la idea de una regulación no es mal recibida. Sobre todo los que operan cerca del Palacio Real, donde empezó este formato de transporte para turistas realmente pensado como tours, y que ya han adoptado agencias como Civitatis o que han conseguido un apoyo desde aplicaciones como Tripadvisor, por lo que tampoco es probable que la normativa, que de momento no tiene una fecha específica, desde el ayuntamiento informa que está normativa sigue en fase de estudio, y que no tienen una fecha exacta ni una decisión tomada sobre la forma que tendrá.
Mientras tanto, en las últimas semanas usuarios de redes sociales han reportado que empieza a aparecer una variante más de este tipo de vehículos, los que se mueven a pedales. Estos están más cercanos a una bicicleta que a cualquier otro tipo de vehículo que circule por Madrid y obligarán al ayuntamiento a tener más factores en cuenta a la hora de diseñar la nueva normativa, cuando esta llegue.
LAS REGULACIONES DE TRANSPORTE MÁS ALLÁ DE LOS TUK TUK
Los tuk tuk son solo el más reciente quebradero de cabeza de la ciudad y la Comunidad en cuanto a los medios de transporte. La regulación de las VTC, la controversia permanente con el taxi desde entonces, incluso si no llega a la tensión de Barcelona, las nuevas medidas alrededor de patinetes y bicicletas eléctricas de alquiler y ahora la necesidad una nueva normativa alrededor de las ZBE han dado trabajo al ayuntamiento, aunque poco a poco han seguido tomando decisiones, aunque como es normal no todas han tenido un recibimiento positivo.
Es cierto que los tuk tuk al no ser un medio de transporte tradicional, no caen a los pies de Borja Carabante, sino a los de la consejera de turismo, Almudena Maíllo. Pero también es evidente que se suman a una lista de decisiones que Almeida y la presidente de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, han tenido que tomar muy rápidamente ante la evidente y buscada transformación de la ciudad.