El dinero que ganan los camareros con las propinas en los bares y restaurantes

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Aunque el otoño ha llegado, el clima sigue siendo ideal para disfrutar de agradables tardes con amigos en terrazas y restaurantes. Este alargamiento de la temporada vacacional ha reavivado una cuestión frecuente: ¿qué papel juega la propina en los ingresos de los trabajadores de la hostelería? Lo que parece ser un simple gesto, como dejar unas monedas tras recibir un buen servicio, oculta un intrincado sistema de distribución y gestión que varía según el establecimiento. ¿Cuánto puede realmente ganar un camarero con propinas? ¿Cómo se reparten estos ingresos adicionales entre el equipo? En este artículo exploramos las respuestas a estas preguntas y desentrañamos el complejo universo de las propinas en la hostelería española.

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La propina en cifras: ¿Cuánto puede ganar realmente un camarero?

La propina en cifras: ¿Cuánto puede ganar realmente un camarero?

Una de las preguntas más frecuentes cuando se habla de propinas es cuánto pueden llegar a ganar los camareros gracias a este ingreso extra. La respuesta, como es de esperar, no es sencilla ni única, ya que depende de múltiples factores.

En primer lugar, es importante recordar que en España la propina no es obligatoria ni está regulada por ley. A diferencia de países como Estados Unidos, donde la propina es una parte esencial del salario de los camareros, en España se considera un extra, un reconocimiento al buen servicio. Esto significa que los ingresos por propinas pueden variar enormemente de un establecimiento a otro, e incluso de un día a otro.

Según estimaciones de portales especializados como Gastroactitud, un camarero en España puede llegar a ganar entre 200 y 600 euros al mes en propinas. Esta amplia horquilla refleja la gran variabilidad que existe en este aspecto. Es importante señalar que estas cifras son estimaciones y pueden variar significativamente. Además, hay que tener en cuenta que en muchos establecimientos las propinas se reparten entre todo el personal, lo que significa que la cantidad que finalmente llega al bolsillo de cada camarero puede ser menor.