La suciedad en el sector profesional se parece poco a la que sufrimos en casa. De ese modo, hay que recurrir a los Desengrasantes industriales con el fin de poder limpiar en los talleres, fábricas, almacenes, etc.
Limpiar sería muy difícil sin estos desengrasantes, ya que las grasas se adhieren a las superficies y no salen si no es usando un limpiador específico.
¿Qué es un desengrasante industrial?
Se trata de un producto químico que se ha formulado para eliminar manchas como las de los Lubricantes automoción, aceites, residuos de carbón y todo tipo de suciedad complicada en las superficies industriales.
Poseen una formulación que se ha llevado a cabo teniendo en cuenta que se tienen que enfrentar a los peores contaminantes. Muchas veces, estos están acumulados en motores o en herramientas que se exponen a condiciones climáticas muy extremas. Sin ellos no se podrían limpiar las máquinas, por lo que al final dejarían de funcionar o no lo harían de manera correcta.
¿Qué tipos de desengrasantes industriales encontramos en el mercado?
Hay varias clases, que difieren en su composición y en su nivel de agresividad. No todos los días es necesario usar el más potente, así que hay que elegir bien en función del tipo de mancha, su persistencia, la frecuencia con la que hay que limpiar, etc.
Desengrasantes a base de agua
Son los menos peligrosos a la hora de manipularlos. Para romper las moléculas de grasas usan tensioactivos y son los mejores si no es necesaria una limpieza muy agresiva. Se pueden emplear en las limpiezas regulares y para el mantenimiento. Por norma general son biodegradables, así que se vierten a la red de alcantarillado sin problema alguno.
Desengrasantes a base de solventes
Estos son más potentes que los anteriores, ya que usan compuestos químicos inorgánicos que disuelven las grasas y los aceites.
Los podemos ver en sectores como el automotriz y el metalúrgico. En ambos, se puede acumular grasa y endurecerse, por lo que eliminarla es muy complicado. Es necesario manipularlos de manera correcta, puesto que son peligrosos para la salud y también de cara al medioambiente.
Cómo elegir el desengrasante adecuado
Existen varios factores que son los que condicionan la elección del desengrasante más adecuado.
Tipo de suciedad y superficie
Todos los desengrasantes no se pueden utilizar en cualquier superficie. Algunos son demasiado agresivos en determinados metales o en los plásticos, así que hay que tener cuidado. Lo mejor es leer las indicaciones del fabricante y si no se tiene claro hacer una prueba en una zona oculta a la vista.
Impacto ambiental
Ahora mismo, las empresas suelen decantarse por los productos más ecológicos siempre que pueden. Cuando el tipo de suciedad que se produce en el negocio lo permite, los responsables eligen los desengrasantes a base de agua y biodegradables.
Normas de seguridad
Un desengrasante no deja de ser un producto químico. Por eso, hay que tener en cuenta las regulaciones a la hora de usar artículos de esta naturaleza. De hecho, hay desengrasantes a base de solventes cuyo uso puede estar regulado o restringido por su peligrosidad.