El 94% de mujeres que cría a sus hijos solas y sin empleo tiene dificultad para llegar a fin de mes, según estudio

El 93,8% de mujeres que encabezan hogares monomarentales en España manifiesta algún grado de dificultad para llegar a fin de mes y encuentra grandes obstáculos para cubrir gastos básicos como la vivienda (87,5%), la educación de sus hijos (53,1%) o la alimentación (50,6%), según un estudio elaborado por la Fundación Adecco, a través de su Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo.

El XII Informe Monoparentalidad y empleo, basado en una encuesta a 340 mujeres con responsabilidades familiares no compartidas, en situación de desempleo revela que 8 de cada 10 de estas mujeres se identifican con pobreza y exclusión social. De ellas, un 95% se sienten aisladas, con redes de apoyo muy limitadas, y un 93% sienten una merma importante de su autoestima y salud mental.

Actualmente, se contabilizan en España 1.944.800 hogares monoparentales, la mayor parte de ellos (81,4%) encabezados por una mujer (un total de 1.582.100) frente a 362.700 encabezados por hombres.

Entre los datos del estudio, la Fundación Adecco señala que llama la atención el «elevado porcentaje» (53,1%) de estas madres que encuentra grandes dificultades para hacer frente a los gastos derivados de la educación de sus hijos e hijas. Este porcentaje supone un incremento de más de diez puntos porcentuales con respecto a 2023, cuando un 40,6% manifestaba dificultades en este sentido.

«Estamos ante una alarmante previsión de una próxima generación con menor formación o empleabilidad que la de sus progenitoras, que se autodefinen, en su mayoría, como mujeres en alto riesgo de exclusión social. Si no se abordan las dificultades estructurales que enfrentan corremos el riesgo de dejar atrás a toda una generación, perpetuando un sistema en el que la situación económica de las madres determina el futuro de sus hijos, y en el que se amplían las brechas sociales», ha destacado la directora de Inclusión de Fundación Adecco, Begoña Bravo.

Además, el informe señala que el 46,9% de las mujeres al frente de una familia monoparental lleva más de un año buscando empleo y más de la mitad (52,6%), se plantea trabajar en la economía sumergida o irregular, ante la urgencia de ingresos económicos.

Asimismo, la mayor parte de las mujeres encuestadas (82%) cree que las circunstancias asociadas a su situación personal truncan sus perspectivas profesionales: un 85% no encuentra una jornada laboral adaptada a sus necesidades; un 77,8% cree que existen prejuicios y estereotipos que cuestionan su capacidad para el desempeño y un 66,3% pone de manifiesto la «carga emocional» que dificulta la concentración y el foco en la búsqueda activa de empleo.

«Las mujeres al frente de una familia monoparental encuentran barreras de entrada al mercado laboral, ya que a menudo se cuestionan sus competencias y dedicación, así como su capacidad para equilibrar trabajo y familia. Estas barreras también tienen su reflejo en mayores dificultades para promocionar o progresar en sus carreras profesionales. Sin embargo, nuestra experiencia avala una realidad muy diferente. Diariamente, nos sorprenden con su esfuerzo y perseverancia, desarrollando una gran fidelidad al proyecto al que se vinculan y viendo reforzadas actitudes como el esfuerzo, la responsabilidad o la resiliencia», ha asegurado Bravo.

Así, un 93,1% de las mujeres encuestadas considera que el acceso a un empleo digno sería la principal vía para salir adelante y dar a sus hijos un futuro más prometedor. También creen que existen otros factores que les ayudarían a mejorar su situación: apoyo psicológico (87,5%), oportunidades de capacitación que incrementen su empleabilidad (81,9%) y un mayor acceso a subvenciones económicas o ayudas públicas (75,9%).

Ante estos datos, la Fundación Adecco realiza una serie de propuestas como: reforzar las políticas activas de empleo, cursos de formación gratuitos, habilitar servicios públicos de educación y de corresponsabilidad –como ampliar horario y plazas en escuelas de titularidad pública, reforzar la alternativa de las ‘madres de día’ en los entornos urbanos o establecer un paquete de ayudas a domicilio–, incentivos fiscales a las empresas que contraten mujeres al frente de familias monoparentales o modalidades de trabajo flexible.