Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, ha sido seriamente criticado por muchas decisiones que ha tomado en el club. Una de las más recientes es la de Samu Omorodion, que ahora está en manos de las filas del Oporto, rindiendo como nunca y generando cuestionamientos sobre si el equipo realmente tomó la decisión correcta al dejar ir a un futbolista tan joven y con gran potencial. Es importante señalar que hay otra situación similar que le está haciendo sombra a la entidad colchonera, especialmente en relación con un fichaje que no ha resultado como se esperaba.
Es decir, las expectativas que había con él no han sido cumplidas, y es por ello que la entidad comienza a ver que el hecho de que este jugador no esté rendiendo podría ser una condena, sobre todo en una campaña tan larga y desafiante, donde se requiere que todos sus efectivos estén finos.
La realidad es que este futbolista, al que el club le dio el voto de confianza, no está dejando buenas sensaciones. Es aquí donde Gil Marín intenta, en la medida de sus posibilidades, romper con ese fichaje que, en su momento, fue clave para el equipo, pero que en el campo no se está traduciendo en buenos resultados.
Además, hay que destacar que la afición ha empezado a dar dardos, cuestionando no solo el trabajo del futbolista, sino también la forma en que Diego Simeone está gestionando el equipo, ya que no les está sacando partido a sus jugadores.
De hecho, en este ciclo de campaña también se han escuchado rumores que hacen referencia a la posibilidad de que el conjunto del Civitas Metropolitano pida un cambio en la dirección técnica, para así tratar de sacar un nuevo proyecto que no sea el de Simeone, que ya tiene más de una década y parece estar caducando. Veamos más detalles en el siguiente material.
2Dificultades para adaptarse al estilo de Simeone
Si bien es cierto que Sorloth ya conocía LaLiga tras su paso por la Real Sociedad y el Villarreal, parece no haber encontrado su lugar en el esquema de Diego Simeone.
Porque a pesar de que el ‘Cholo’ le tiene en alta estima, el noruego no ha logrado mostrar su mejor versión en este arranque de temporada.
Es más, la intensidad y el rigor táctico que exige el técnico argentino parecen haber dificultado su adaptación completa al equipo.