Guardar sartenes y ollas en el horno, incluso cuando este está apagado, es una práctica muy común en muchos hogares, pero también una de las más peligrosas. Aunque puede parecer inofensivo, hacerlo puede acarrear problemas serios, tanto para tu cocina como para tu seguridad. Hoy, te explicamos los riesgos asociados a esta costumbre y por qué es mejor evitarlo.
2Riesgo de fugas de calor y daño a otros objetos
Al colocar sartenes y ollas en el horno, se puede generar un exceso de calor en su interior cuando el horno está en uso, lo que puede llevar a fugas no deseadas de calor hacia otras zonas de la cocina. Esta fuga de calor puede afectar el funcionamiento del horno y dañar otros utensilios de cocina que puedan estar cerca. Si, por ejemplo, has guardado recipientes de plástico, es probable que se deformen o liberen sustancias nocivas al entrar en contacto con el calor, perjudicando tanto el utensilio como el revestimiento del horno.
