La realidad de los venezolanos en el exterior del país se ha complicado todavía más desde el fraude electoral del pasado 28 de julio. La ruptura de relaciones del régimen de Maduro con países con un alto número de migrantes venezolanos hace que millones se queden en una situación de orfandad para conseguir sus papeles, un riesgo que también corren los venezolanos en España tras la amenaza de Jorge Rodríguez de romper relaciones con el país.
El problema es que desde las elecciones ONG venezolanas dedicadas a los derechos humanos y miembros de la oposición al régimen como Delsa Solórzano han asegurado que se han anulado miles de pasaportes de periodistas, defensores de los derechos humanos y ciudadanos de a pie que han sido identificados como autores de mensajes contra el régimen. De momento no hay un dato confirmado de cuantos ciudadanos venezolanos se encuentran en esta situación, pero es una medida disuasoria que ha resultado potente.
En cualquier caso, la situación de represión en Venezuela es aún más complicada que antes de las elecciones. Según el más reciente informe del Foro penal venezolano, hay 1916 ciudadanos presos, de ellos 70 son menores de edad, y solo 148 han sido juzgados, todos en juicios donde no han podido elegir sus propios abogados. Es una situación delicada que muestra la violencia con la que el régimen venezolano ha respondido a que se demostrará con tanta claridad el fraude en las últimas elecciones.
PASAPORTES ANULADOS Y CONSULADOS RETIRADOS
El problema es que con casi 8 millones de migrantes venezolanos son muchos los que tienen motivos para entrar o salir del país. Pero en la situación actual ambas decisiones son un riesgo, por qué es fácil que un venezolano se quede varado fuera de donde vive por una decisión política. Es una de las espadas de Damocles colgando sobre las más de 400.000 personas de origen venezolano viviendo en España desde que el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela empezó a coquetear con la idea del quiebre de relaciones diplomáticas y comerciales.
Es que incluso si han aplicado medidas paliativas para los venezolanos en el exterior, es complicado volver a entrar a su país sin la seguridad de poder salir. Ocurrió días después de las elecciones en las que hubo reportes de ciudadanos que entraron al país a votar y que se enteraron de que su pasaporte había sido anulado durante su estancia en el país. Es bueno señalar que para ciudadanos venezolanos con doble nacionalidad es ilegal entrar al país con un pasaporte diferente al de su país.
Es una combinación especialmente cruel. A pesar de la cantidad de venezolanos en el exterior, muchos de estos todavía tienen conexiones, laborales o personales, con el país latinoamericano. Quedar encerrados fuera de su país y que se le nieguen sus documentos es además una violación más de sus derechos fundamentales, algo que se ha vuelto costumbre dentro del régimen chavista en los últimos años y sobre todo en los meses posteriores a las elecciones.
LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS ACEPTAN LOS PASAPORTES VENCIDOS Y ANULADOS POR MADURO
Mientras tanto, países como Perú, Chile o Argentina han decidido permitir a los Venezolanos desplazarse y realizar procesos burocráticos con el pasaporte vencido, una medida que España también aplicó tras 2019 cuando el país dejó de reconocer a Maduro como un presidente legítimo tras la juramentación de Juan Guaidó como presidente encargado. Esto permitió sobre todo que los venezolanos en el territorio ibérico pudiesen conseguir su residencia o permisos de trabajo legales.
Al mismo tiempo, la situación en otros territorios se ha vuelto más complicada. En Colombia y en Brasil hay cientos de solicitudes de asilo que esperan respuesta, y aunque no se ha retomado su estatus de protegidos todavía hay un gran número de venezolanos caminando por el Darién con destino a Estados Unidos, incluso con un candidato electoral señalando que la mayoría de quienes quieren cruzar la frontera son criminales.