Gerard Piqué es una leyenda del fútbol español, reconocido por su larga trayectoria en el FC Barcelona, club con el que conquistó decenas de títulos tanto nacionales como internacionales. Si bien es cierto que ya no ejerce como deportista, el empresario de 37 años sigue siendo un generador de matrices de opinión en el fútbol nacional de manera interesante. Esto no solo se debe a su papel como forjador del fenómeno de la Kings League, que ha alcanzado un notable éxito en sus diferentes versiones, sino también a los comentarios que emite sobre los cambios que se deberían implementar en el fútbol nacional.
Precisamente, uno de los temas de debate más persistentes es el calendario, que año tras año genera descontento entre los clubes y aficionados. Para ilustrar esta problemática, en la campaña que apenas comienza se anticipa que será la más larga hasta la fecha. Los clubes no solo deben afrontar sus torneos locales de liga y copa, sino también las competiciones europeas en las que participan, lo que conlleva un evento renovado y con más partidos que nunca. Esta situación supone una carga de partidos enorme, y muchas entidades deportivas han expresado su queja de manera reiterada ante el organismo de Aleksander Čeferin y la FIFA de Gianni Infantino, como ente rector del fútbol mundial.
Consciente de estas dificultades, Piqué ha querido señalar nuevamente su postura sobre el calendario y ha compartido lo que él considera podría ser una solución. Sus declaraciones han comenzado a circular en redes sociales y, de alguna forma, no son descabelladas, especialmente en el contexto actual, donde se busca reducir la carga de partidos y mitigar el creciente virus de lesiones que afecta a los futbolistas a nivel mundial de forma lamentable y preocupante para su salud. Conoce qué fue lo que dijo Piqué en el siguiente artículo que hemos elaborado.
6Experiencias más enriquecedoras
Sin embargo, con su visión, Piqué sugiere que reducir la cantidad de encuentros podría ofrecer una experiencia incluso mucho más enriquecedora, tanto para los aficionados como para los propios jugadores.
“Sería más fácil entretener al público y los jugadores tendrían menos partidos”, dijo, planteando un modelo que prioriza la calidad más allá de la cantidad.