La inteligencia artificial (IA) se presenta como una herramienta útil para las personas con discapacidad, prometiendo mejoras significativas en su calidad de vida y autonomía. Sin embargo, existe una brecha considerable entre su potencial y su impacto real. Si bien la mayoría percibe los beneficios de la IA, persisten barreras que dificultan su acceso e implementación efectiva.
Beneficios de la IA para la discapacidad
El estudio ‘La inteligencia artificial desde la perspectiva de las personas con discapacidad’, elaborado por la Fundación Randstand, revela que el 86% de las personas con discapacidad cree que la IA puede mejorar su calidad de vida. Esta perspectiva optimista se basa en la capacidad de la IA para facilitar tareas cotidianas, mejorar la comunicación, el aprendizaje, la movilidad y el acceso al empleo.
Las áreas donde la IA muestra mayor potencial son:
- Aprendizaje y formación (62%): La IA ofrece oportunidades personalizadas de aprendizaje, adaptándose a las necesidades individuales de cada usuario. Plataformas de aprendizaje online, software de lectura de pantalla y herramientas de traducción en tiempo real son algunos ejemplos de cómo la IA puede transformar la educación para las personas con discapacidad.
- Entretenimiento (56%): Desde plataformas de streaming con subtítulos y audiodescripciones hasta videojuegos adaptados, la IA amplía las opciones de ocio y entretenimiento inclusivo.
- Comunicación y trabajo (55%): La IA facilita la comunicación a través de asistentes de voz, software de reconocimiento de voz y aplicaciones de traducción. En el ámbito laboral, la IA puede proporcionar herramientas de accesibilidad y adaptaciones personalizadas para el puesto de trabajo.
- Creación de contenido (54%): La IA permite a las personas con discapacidad crear contenido digital de forma más accesible, utilizando herramientas de dictado por voz, software de edición de video adaptado y plataformas de diseño accesibles.
- Gestión personal (53%): La IA simplifica la gestión de tareas diarias, como la organización del calendario, la gestión de finanzas personales y el control del hogar inteligente.
El acceso a la información y los servicios, junto con las mejoras en la educación y la formación, se destacan como los principales beneficios percibidos. Esta visión positiva se refleja en la actitud general hacia la IA, con un 82% de los encuestados mostrando una predisposición favorable hacia esta tecnología.