Hoy desde Bruselas han ratificado el Reglamento Europeo de Trabajo en Plataformas, la Ley Rider europea, y la fecha en la que entra en vigor, en 2026. Esto da dos años a los 27 para aplicar estas normas, y da tiempo a Delivery Hero, la matriz de Glovo, Uber Eats, y demás empresas del sector antes de verse obligados a pagar sanciones, como le ha ocurrido al unicornio español tras varias inspecciones de trabajo.
Es un cambio de modelo importante para todo el sector, sobre todo porque tanto en España como en países como Francia y Alemania estos apostaban por una negociación directa con los trabajadores sobre el modelo de trabajo. Sin embargo, a pesar de las críticas a la nueva medida hechas desde el gobierno teutón y el galo, finalmente el reglamento tendrá validez, incluso si no hace feliz del todo, a la que fue una de sus grandes promotoras en España, la vicepresidenta segunda y ministra de trabajo Yolanda Díaz, quien aseguró que las convenciones hechas para aprobar la medida hacían que la misma no emocionará, aunque aun así ha asegurado que es un avance.
Según el acuerdo, los Estados miembro deberán establecer una presunción legal de empleo en sus sistemas legales que se activará cuando se encuentren hechos que indiquen control y dirección que se determinarán de conformidad con la legislación nacional y los convenios colectivos, teniendo en cuenta la jurisprudencia de la UE.
Además, los trabajadores de plataformas digitales, sus representantes o las autoridades nacionales podrán invocar esta presunción legal y alegar que están mal clasificados, mientras que corresponderá a la plataforma digital acreditar que no existe relación laboral.
LAS MEDIDAS TAMBIÉN APUNTAN CONTRA LOS ALGORITMOS DE DELIVERY HERO Y UBER EATS
La norma también garantiza que los trabajadores estén debidamente informados sobre el uso de sistemas automatizados de seguimiento y toma de decisiones sobre su contratación, sus condiciones de trabajo y sus ingresos, entre otras cosas. También prohíbe el uso de sistemas automatizados de seguimiento o toma de decisiones para el tratamiento de determinado tipo de datos personales de las personas que realizan trabajos en plataformas, como datos biométricos o su estado emocional o psicológico. Asimismo, garantiza la supervisión y evaluación humana de las decisiones automatizadas, incluido el derecho a que dichas decisiones sean explicadas y revisadas.
Es otro cambio importante para estas empresas, y uno que sí puede afectar a aquellas que han contratado a sus repartidores, aunque en este caso depende de cada una. Los repartidores de Uber Eats y Glovo en España han señalado estos algoritmos por la vigilancia que aplican sobre su tiempo de trabajo, aunque desde las empresas relacionadas siempre han dicho que las aplicaciones no están diseñadas para seguir su movimiento, sino simplemente para ubicar cada reparto.
Es un punto que ha pasado por debajo de la mesa al discutirse la ley, con la mayoría atentos a lo que significaba en cuanto a la relación de laboralidad de los «riders» con las plataformas de reparto. En un momento en el que finalmente podían presumir de números y previsiones positivas es otro revés para Delivery Hero, y para la plataforma de Uber, pues en sus conversaciones internas ambas siguen defendiendo que la posibilidad de trabajar con autónomos y de darles flexibilidad es clave para su modelo.
LA SITUACIÓN DE LAS VTC A NIVEL EUROPEO
Aunque en España desde hace años tienen contratados a sus conductores a nivel europeo, las VTC deben ahora contratar a los conductores. No es un detalle secundario, aunque siempre se ha hablado de Ley Rider por su efecto en los repartidores empresas como Uber se fundaron con un modelo de conductores autónomos y esta ley las obliga a cambiar esta realidad.
Será clave seguir de cerca la situación, y saber si aplican un modelo similar al español, con los contratos firmados con empresas intermediarias como Vecctor y Move Cars o si las plataformas deciden contratar directamente sus flotas. Cada país es un mundo y pide una estrategia, por lo que será interesante seguir de cerca lo que ocurra, aunque de momento ninguna de las empresas del sector con presencia en varios países de Europa da un paso que delate cual puede ser la estrategia para el viejo continente.