La popular aplicación de mensajería Telegram ha recibido una nueva sanción económica en Rusia. Un tribunal de Moscú ha impuesto una multa de 4 millones de rublos (aproximadamente 37.000 euros) por no eliminar contenido considerado «no fiable» sobre las acciones del ejército ruso en la guerra de Ucrania. Esta sanción se suma a una serie de multas previas impuestas a la plataforma desde comienzos de 2023, ascendiendo a un total de siete por infracciones similares. En este caso concreto, la multa se basa en el artículo 13.41, parte 2, del Código de Infracciones Administrativas ruso.
La censura en internet y el caso Telegram
Esta nueva multa a Telegram pone de manifiesto la creciente tensión entre las plataformas tecnológicas y el gobierno ruso en relación con la libertad de expresión y el control de la información en internet. Desde el inicio del conflicto en Ucrania, Rusia ha intensificado la presión sobre las empresas tecnológicas para que eliminen contenido que considera contrario a sus intereses. Esta política de censura ha afectado a gigantes de internet como Facebook (actualmente prohibido en Rusia), Apple, Google, Twitter y la propia Telegram, así como a otras plataformas como Wikipedia. La mayoría de estas sanciones se deben a la publicación de información crítica con la ofensiva militar rusa en Ucrania, un conflicto que se prolonga ya por más de dos años y medio, generando un debate global sobre la libertad de prensa, la desinformación y el papel de las redes sociales en los conflictos geopolíticos.
El gobierno ruso argumenta que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad nacional y combatir la difusión de noticias falsas, mientras que los críticos denuncian un intento de silenciar las voces disidentes y controlar la narrativa sobre la guerra. Telegram, conocida por su cifrado de extremo a extremo y su compromiso con la privacidad, se encuentra en una posición particularmente delicada, debiendo equilibrar su compromiso con la libertad de expresión con la necesidad de cumplir con las leyes locales para evitar sanciones y bloqueos.
El impacto en los usuarios y el futuro de la comunicación online
El caso de Telegram es especialmente relevante, ya que esta plataforma se ha convertido en una herramienta vital para la comunicación y la difusión de información en contextos de conflicto y represión. Su cifrado de extremo a extremo y su enfoque en la privacidad la hacen atractiva para periodistas, activistas y ciudadanos que buscan comunicarse de forma segura y evitar la vigilancia gubernamental. Sin embargo, la presión de las autoridades rusas pone en peligro la viabilidad de Telegram en el país, obligando a la plataforma a tomar decisiones difíciles que podrían afectar a su reputación y a su base de usuarios.