801.000 euros, ese es el total de sanciones acumuladas entre todos los conciertos del Santiago Bernabéu, según han informado desde el País. El problema con el que se está consiguiendo el ayuntamiento en el feudo madridista es que estas multas no funcionan de forma disuasoria, pues tanto los artistas como las promotoras y el propio Real Madrid generan por cada concierto más que el total de las multas aplicadas por conciertos como lo demuestran los caches de artistas como Taylor Swift, Duki o Karol G.
No es una novedad para el ayuntamiento que ya se ha conseguido antes con la misma situación. Es el mismo caso de las sanciones del Mad Cool que por ejemplo subieron hasta los 20.000 euros en 2023, cuando el festival recibió una subvención de más de 2 millones de euros. En esa realidad el ayuntamiento está obligado a buscar otras estrategias y aunque de momento el Bernabéu no está en el punto de mira, los conciertos están en pausa al menos hasta el mes de abril, pero el problema se acerca también a los festivales e incluso algún evento en salas.
Es que las denuncias por el ruido van mucho más allá del Santiago Bernabéu. El Mad Cool, los eventos en el IFEMA o incluso los pocos eventos en el Parque Enrique Tierno Galván y la Caja Mágica han quedado en la mira de las organizaciones vecinales, que cada vez hacen un mayor esfuerzo para frenar lo que consideran un problema para los vecinos imposible de conciliar con la habitabilidad. Por otro lado, las promotoras de los eventos en el Bernabéu han expresado que las multas les parecen «desproporcionadas», aunque son un monto muy pequeño en comparación a los ingresos de uno de estos eventos, o al caché de los artistas.
MIENTRAS EL BERNABÉU SE PREPARA PARA NUEVOS CONCIERTOS
Desde el Real Madrid si hay preocupación no dejan que se vea. El feudo madridista ya organiza sus conciertos del próximo año, de hecho Aitana ya tiene fecha para reponer los dos conciertos cancelados en el mes de diciembre, y mantienen en su web el anuncio de que Lola Índigo y Dellafuente se pasearan por el estadio el próximo año, aunque estos sin una fecha oficial.
Es cierto que los problemas no se reducen solo al ruido, y tras la reducción de los horarios y del máximo anual de conciertos, las aglomeraciones antes y después son el principal problema para los residentes de la zona. También es una realidad que, al igual que los partidos de fútbol, estas aglomeraciones son una buena oportunidad para la hostelería de la zona.
En cuanto a las declaraciones de los grupos vecinales, se han limitado a aclarar que el estadio tiene permiso para operar, tanto para recibir los conciertos como los eventos deportivos, lo que ha hecho que la asociación de afectados por el Santiago Bernabéu dejará claro que esperaban simplemente una respuesta judicial a la situación y que dejarán de lado la vía del diálogo.
IFEMA EN LA MIRA DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO POR EL RUIDO
El espacio del IFEMA se encuentra en una situación similar. En 2024 han recibido varios festivales, entre los que destacan el Kalorama, Brava Madrid o el festival Love the 90s. Estos eventos pueden congregar hasta 35.000 personas y para los vecinos, que no han conseguido el ruido mediático que han conseguido los vecinos del Bernabéu, la única solución que pudieron conseguir fue recurrir a la defensoría del pueblo.
Desde allí se ha buscado aumentar la presión sobre el ayuntamiento, señalando que se ha exagerado con la aprobación de las autorizaciones excepcionales para este tipo de eventos, «no cabe concederlas para conciertos que se celebran muchos días seguidos o con mucha frecuencia o de manera habitual durante varias semanas porque se estaría pervirtiendo el sentido de este tipo de autorizaciones», han asegurado desde la defensoría.
EL «ESPACIO MAD COOL» AL BORDE DE MADRID
Un recinto que se encuentra en una situación complicada es el recinto Iberdrola Music, más conocido como «Espacio Mad Cool». Al estar al borde del territorio del ayuntamiento ha generado un encontronazo entre la alcaldía de Getafe y la de Madrid y la promotora del festival, Mad Cool Events, ha tenido que pagar sanciones económicas por el ruido los dos años que han realizado el festival en este recinto.
Pero los organizadores han reducido los eventos en este espacio, solo el Mad Cool, al menos de momento, y poco a poco han resuelto los problemas del espacio, mejorando la situación del transporte en la edición de 2024 y reduciendo los problemas de acceso y salida del recinto. Todavía deben resolver los problemas del ruido, si quieren mejorar la relación con sus vecinos, pero poco a poco han reducido los problemas con la zona y mejorado la experiencia de los asistentes.