Óscar López habla del papel del plan nacional de IA para combatir bulos

La desinformación se propaga a una velocidad vertiginosa en el entorno digital, poniendo en jaque la veracidad de la información y la confianza en los medios. Ante esta amenaza, el Gobierno español ha implementado una serie de medidas estratégicas para combatirla, con la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (IA) y el Plan de Acción por la Democracia como principales baluartes. Estas iniciativas buscan no solo proteger el derecho a la información veraz, consagrado en el artículo 20 de la Constitución Española, sino también fortalecer el ecosistema informativo y fomentar la transparencia.

El poder de la IA en la lucha contra las fake news

La Estrategia Nacional de IA se presenta como una herramienta fundamental en la lucha contra la desinformación. Si bien busca impulsar el desarrollo y la aplicación de la Inteligencia Artificial en diversos sectores, también contempla medidas para prevenir su uso malicioso. La IA puede ser una poderosa aliada en la detección y el análisis de patrones de desinformación, identificando, por ejemplo, la manipulación de imágenes, la propagación de noticias falsas (fake news) o la vulneración de la propiedad intelectual.

El desarrollo de algoritmos capaces de detectar contenido falso o manipulado, el análisis del comportamiento de las redes sociales para identificar bots y cuentas automatizadas que difunden desinformación, y la verificación de la autenticidad de imágenes y vídeos son solo algunos ejemplos de cómo la IA puede contribuir a combatir este problema. Este enfoque proactivo busca anticiparse a las nuevas formas de desinformación, que evolucionan constantemente, y garantizar un entorno digital más seguro y confiable para todos. La formación y concienciación de la ciudadanía en el uso responsable de la IA también es crucial para evitar su mal uso y potenciar sus beneficios.

Claves para combatir la desinformación

El Plan de Acción por la Democracia complementa la Estrategia Nacional de IA con un conjunto de medidas enfocadas a fortalecer la transparencia y la responsabilidad en el ecosistema informativo. Una de las iniciativas más destacadas es la creación de un registro de medios de comunicación y una ventanilla única que proporcione información sobre su propiedad y la inversión publicitaria recibida. Esta medida busca empoderar a los ciudadanos, permitiéndoles conocer quién está detrás de la información que consumen y detectar posibles conflictos de interés. La transparencia se convierte así en una herramienta clave para desincentivar la injerencia editorial y promover la independencia de los medios.

Además, el Plan de Acción por la Democracia contempla la creación de una Ley de Secreto Profesional de los Periodistas, reforzando la protección de sus fuentes y garantizando la libertad de prensa. Se destinarán 100 millones de euros a la financiación de medios de comunicación, con el objetivo de mejorar su productividad, ciberseguridad y capacidad para competir con canales informales que difunden contenido sin criterio. Esta inversión busca fortalecer el periodismo profesional e independiente, pilar fundamental de una sociedad democrática e informada. Una prensa sólida y bien financiada es esencial para contrarrestar la desinformación y ofrecer a los ciudadanos información veraz y contrastada.

El Plan también prevé la creación de una comisión sobre desinformación en el Congreso de los Diputados y la reforma de la ley electoral para que la celebración de debates electorales sea obligatoria.