Los paisajes en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en pleno Pirineo de Huesca, se transforman en un auténtico espectáculo de la naturaleza durante el otoño. Este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los destinos más asombrosos para quienes buscan sumergirse en la calidez del follaje otoñal. Los paisajes cambian radicalmente con la llegada de esta estación, y los colores del follaje, que varían del amarillo al naranja y al rojo intenso, crean una atmósfera mágica en cada rincón del parque.
3Rutas imprescindibles para el otoño
Una de las rutas más icónicas es la que lleva de la Pradera de Ordesa hasta la famosa cascada Cola de Caballo, un recorrido que combina bosques frondosos, cascadas y vistas panorámicas de ensueño. Para los más aventureros, el camino desde el Valle de Pineta hasta los Llanos de Lalarri es otro imperdible, con la posibilidad de admirar las tonalidades del follaje junto a las imponentes montañas del parque.