Caf, Talgo y Renfe buscan ingresos internacionales en Oriente Medio

No es ningún secreto que para Renfe su proyecto de Arabia Saudí, Línea de alta velocidad ferroviaria Haramain, más conocida como ‘el Ave de la Meca’ en España, ha sido una de sus inversiones más rentables. El acuerdo con el gobierno Saudí les ha dado una ruta fuera de España que es tan rentable como la conexión entre Madrid y Barcelona. Es un dato para entender las últimas acciones de otras empresas como Talgo y Caf que han puesto sus ojos en Egipto y Dubai respectivamente.

Talgo ha sumado recientemente a Egipto entre los países internacionales en los que sus trenes operan. La empresa está ya en proceso de entregar al gobierno del país africano los primeros trenes fabricados en España, 7 trenes de lujo diseñados para viajar de noche. Son uno de los pedidos más valiosos del fabricante, que también tiene acuerdos pendientes en varios países europeos, valorado en alrededor de 280 millones de euros. 

Además, el gobierno egipcio se ha acercado al fabricante español, que sigue arrastrando sus problemas de falta de capacidad, para construir una fábrica en su territorio. Es que Egipto ve en los trenes una de las mejores opciones para conectar su país, de forma que su población pueda recorrerlo de forma cómoda y accesible. 

En el caso de CAF su apuesta se centra en el acuerdo para construir el metro de Dubai, quizás el proyecto más atractivo de los tres. La empresa es parte del consorcio favorito para asumir la tarea a cambio de 5.000 millones de euros, un monto nada despreciable por el que también está compitiendo otra empresa española, FCC, de la mano de Alstom. 

Europapress 4890801 Unidades Talgo Intercity

No solo es un recordatorio del músculo político y económico que esta parte del mundo ha conseguido demostrar en los últimos años, un esfuerzo que también se ha hecho evidente en el deporte con el mundial del 2022 en Qatar y las inversiones millonarias de la Liga de Arabia Saudí, sino de que es un mercado en muchos casos no ha sido tocado por las empresas occidentales.

UNA APUESTA QUE FUNCIONÓ PARA RENFE

Lo cierto es que viendo el éxito de Renfe en la Línea de alta velocidad ferroviaria Haramain es bastante lógico que sus competidores y aliados, Talgo fabricó los trenes que operan el servicio Saudí, vean esta zona como una opción de negocio interesante. Además, son territorios que, a diferencia de Japón o Corea del Sur, países asiáticos que se han vuelto importantes para otras partes del sector transporte como los aviones o las aplicaciones de movilidad, pero que tienen un servicio de trenes mucho más completo. 

Específicamente la ferroviaria estatal española ingresa transporta 500.000 personas mensuales en territorio árabe, cifra que aumenta durante época de peregrinación, y poco a poco ha aumentado estos datos gracias a que los ciudadanos locales se han ido acostumbrando a la presencia de los trenes de Renfe. Incluso con precios de 20 a 80 euros, casi el doble que viajar en autobús o en coche privado, la velocidad y comodidad han ido enamorando a los ciudadanos.

Es lo que espera conseguir CAF con la ‘Línea azul’ del metro de Dubai, o lo que Talgo espera de sus trenes en Egipto. Al mismo tiempo para que estos proyectos funcionen requieren una importante y larga inversión. Para el consorcio en el que participó, Renfe para poder construir y operar la ruta, la inversión fue superior a los 12.000 millones de euros, pero no fue rentable en realidad hasta hace dos años, aunque fue adjudicada a mediados de la década pasada. 

CRECER FUERA DE ESPAÑA COMO RESPUESTA A LA COMPETENCIA

La otra realidad que comparten los fabricantes con la operadora estatal es que la liberalización de las rutas se ha traducido también en la competencia interna. Es que Ouigo, la operadora low cost filial de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF, por sus siglas en francés), trabajada con trenes fabricados por Alstom en Alemania mientras que la empresa ítalo-española Iryo funciona con base en sus «flechas rojas» fabricados por el consorcio Hitachi – Bombardier.

Para Renfe ha sido una pieza central de su estrategia desde la liberalización del servicio de trenes en España. Es un detalle clave, pues la estatal ha insistido en que el objetivo es que el 10% de sus ingresos lleguen desde fuera de las fronteras españolas, de hecho su próximo objetivo parece ser la capital francesa.