El rifirrafe diplomático entre España y Venezuela se intensifica tras las críticas vertidas desde la Asamblea Nacional venezolana hacia la Monarquía española. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, ha exigido al ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que pida «respeto» al Congreso de los Diputados español, calificándolo de «grosero». Esta nueva crítica se produce en el contexto de una creciente tensión entre ambos países. Rodríguez ha instado a España a no inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, subrayando la soberanía del país.
Rodríguez, en declaraciones recogidas por Globovisión, ha respondido a las declaraciones del ministro Albares, quien consideró «inaceptables» las críticas a la Monarquía española. El presidente de la Asamblea Nacional venezolana ha insistido en que España debe respetar la soberanía de Venezuela y abstenerse de interferir en sus asuntos internos. La exigencia de respeto mutuo se ha convertido en el eje central de este nuevo episodio en las relaciones bilaterales. Rodríguez ha reiterado la necesidad de que España respete las decisiones tomadas por las instituciones venezolanas, legítimamente constituidas según el ordenamiento jurídico del país. Esta petición se enmarca dentro de la defensa de la autodeterminación y la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
El trasfondo de la crisis diplomática entre España y Venezuela
Este nuevo capítulo en la tensa relación entre España y Venezuela se suma a una serie de desencuentros diplomáticos previos. La crisis se agudizó tras la aprobación, por parte del Parlamento venezolano, de un acuerdo que insta al Gobierno de Nicolás Maduro a romper relaciones diplomáticas y comerciales con España. Este acuerdo, además, respalda la abolición de la monarquía española, acusándola de corrupción.
La decisión del Parlamento venezolano fue la respuesta a la aprobación, tanto en el Congreso como en el Senado español, de una iniciativa que insta al Gobierno de Pedro Sánchez a reconocer al excandidato opositor venezolano Edmundo González como vencedor de las elecciones presidenciales. Esta acción, considerada injerencista por parte del Gobierno venezolano, ha exacerbado las tensiones entre ambos países.
La situación se complica aún más por las declaraciones previas de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien calificó a Venezuela de «dictadura». Estas palabras fueron recibidas con indignación por el Gobierno de Maduro.