La posición del rey Felipe VI frente a los escándalos que han rodeado a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, ha sido firme y calculada. Desde su ascenso al trono, Felipe ha intentado distanciarse de las polémicas que marcaron los últimos años del reinado de su progenitor, especialmente aquellas relacionadas con supuestas relaciones personales, como la que mantuvo con Bárbara Rey.
Sin embargo, a pesar de este distanciamiento, recientemente se ha sabido que el monarca ha coincidido con la propia Bárbara Rey, en un encuentro que ni siquiera la reina Letizia conocía. Este hecho, rodeado de discreción, ha despertado nuevamente el interés público, dejando entrever lo complicado que resulta para Felipe navegar entre su rol institucional y las controversias familiares.
3El encuentro entre Felipe VI y Bárbara Rey
A pesar de los esfuerzos de Felipe VI por distanciarse de los escándalos que involucran a su padre, la reciente noticia de un encuentro entre el actual rey y Bárbara Rey ha generado un gran revuelo mediático. Bárbara Rey, en una entrevista en el programa ‘Viajando con Chester’, reveló detalles sorprendentes de su relación con el rey Juan Carlos I y mencionó que, durante una de sus visitas a Zarzuela, llegó a coincidir con el entonces príncipe Felipe.
La vedette desmintió rumores que afirmaban que nunca había estado en la Casa Real y explicó que su primera entrevista con el rey Juan Carlos tuvo lugar allí. Fue en una de esas ocasiones cuando vio a Felipe VI, quien en ese momento era solo un niño. Según Bárbara, su encuentro con el joven príncipe fue breve y su interacción no pasó de «un hola y tal», lo que sugiere que fue un momento sin mayor trascendencia para él, dado que tenía alrededor de 10 años.
La vedette afirmó que no le sorprendió que Felipe no le hiciera preguntas sobre su presencia, ya que para él podría haber sido un episodio más en la rutina del palacio. «¿Qué me iba a preguntar? Si era un crío…», comentó, restando importancia al momento. Esta anécdota subraya que las visitas de Bárbara Rey a Zarzuela no fueron tan aisladas como se creía, y que la convivencia con la familia real, incluso en encuentros casuales como este, era más habitual de lo que se había imaginado hasta ahora.