El 2024 se perfila como el año más caluroso jamás registrado, con un septiembre que ha batido récords a nivel global, según un estudio de Copernicus. Las altas temperaturas, tanto atmosféricas como marinas, junto con la preocupante reducción del hielo marino, confirman la tendencia al calentamiento global y exigen medidas urgentes.
Septiembre de 2024, un mes de récords climáticos
Septiembre de 2024 ha sido excepcionalmente cálido, registrando una temperatura media global de 16,17ºC. Esta cifra supone 0,73ºC por encima de la media para este mes y lo convierte en el septiembre más cálido desde 1991 a nivel mundial, y el segundo más cálido en Europa, solo superado por el de 2023. La temperatura media global de 2024, hasta septiembre, se sitúa 0,71ºC por encima de la media del período 1991-2020, la más alta registrada para este período, y 0,19ºC superior a la del mismo periodo en 2023. Este dato es especialmente alarmante, ya que para que 2024 no supere a 2023 como el año más cálido, la anomalía debería descender más de 0,4ºC antes de fin de año, un escenario improbable según los datos históricos. De hecho, las proyecciones apuntan a que 2024 será casi con total seguridad el año más cálido desde que existen registros.
Un fenómeno en aumento
La temperatura media mundial desde octubre de 2023 hasta septiembre de 2024 es la segunda más alta registrada en cualquier período de doce meses, 0,74ºC por encima del promedio de 1991-2020 y 1,62°C superior al promedio preindustrial (1850-1900). Esta tendencia al alza se refleja también en la temperatura de la superficie del mar, que en septiembre de 2024 alcanzó los 20,83ºC, la segunda más alta registrada para este mes, solo superada por la de septiembre de 2023.
El hielo marino ártico también ha experimentado una reducción significativa, alcanzando su sexto mínimo anual más bajo en extensión diaria y el quinto más bajo en extensión mensual, un 19% por debajo del promedio. Mientras tanto, en la Antártida, la extensión del hielo marino, aunque alcanzó su máximo anual, se mantuvo en niveles casi récord de mínimos para la época del año, un 7% por debajo del promedio, siendo la segunda extensión más baja para un mes de septiembre desde que se tienen registros.
En Europa, septiembre de 2024 fue el segundo más cálido desde que existen registros, con una temperatura media 1,74ºC superior al promedio del período 1991-2020. Si bien las temperaturas fueron especialmente elevadas en Europa oriental y nororiental, en gran parte de Europa occidental, incluyendo Francia, la mayor parte de la Península Ibérica e Islandia, se mantuvieron por debajo del promedio. Sin embargo, es importante destacar que estas variaciones regionales no contradicen la tendencia global al calentamiento.