Eduardo Camavinga se está convirtiendo en una figura clave del Real Madrid en un momento crítico para la entidad, debido a la ausencia de futbolistas como Toni Kroos, quien desde su retiro ha dejado un vacío indiscutible en el equipo. Carlo Ancelotti, entrenador del club, ha tratado de avanzar en esta campaña con las piezas que tiene a su disposición, pero es cierto que no todas han logrado ofrecerle buenas sensaciones.
Por ello, está explorando opciones para armar el mejor once posible. Esta campaña es una de las más largas que se recuerdan, y partiendo de esa premisa, «Carletto» busca tener disponibles a los mejores efectivos para afrontar todos los compromisos, tanto en La Liga como en la renovada Champions League.
Aunque es verdad que los blancos han tenido un buen desempeño en las primeras fases de la competición, aún hay muchos aspectos por mejorar. Es en este contexto, Ancelotti ya se prepara, incluso, para concretar una posible operación que podría materializarse en el próximo mercado de invierno, en enero de 2025. Cabe destacar que, en torno a Camavinga, hay grandes expectativas, ya que el conjunto capitalino ha logrado, poco a poco, recuperar el equilibrio en el mediocampo con el joven francés de 21 años.
No obstante, esta irrupción también provoca otros movimientos dentro del club, de los cuales Florentino Pérez está al tanto y podrían influir en la próxima ventana de transferencias del equipo madrileño. Conoce más detalles a continuación.
1Un perfil que no termina de encajar
Una de las cosas que hay que señalar es que Aurélien Tchouaméni, siendo un futbolista con un físico impresionante y gran técnica, todavía no ha podido adaptarse completamente al estilo de juego del Real Madrid.
Si bien es cierto que su potencial nadie lo pone en duda, pues su falta de instinto en el centro del campo lo mantiene demasiado lejos de convertirse en el escudo que su equipo necesita en estos momentos.
Y es que su circulación de balón es predecible y, muchas veces, resulta demasiado lenta, lo cual lop lleva a hacer pases seguros y conservadores que terminan frenando el ritmo del conjunto blanco.