La gastronomía de Castilla-La Mancha es reconocida por su autenticidad, y uno de los platos más representativos de la provincia de Cuenca es el morteruelo. Aunque poco conocido fuera de la región, este plato, elaborado con hígado de cerdo, especias y pan rallado, es una verdadera joya culinaria que refleja la tradición y el esmero de la cocina conquense. Se trata de una receta contundente y sabrosa que sorprende por su elaboración artesanal y su profundo sabor.
4Un plato con historia y tradición
El morteruelo es un reflejo de la rica gastronomía de Cuenca y de sus raíces rurales. Originado como un plato de pastores y cazadores, es apreciado por su riqueza nutricional y su sabor contundente. Aunque poco conocido fuera de Castilla-La Mancha, los visitantes que prueban este plato suelen quedar encantados por su complejidad de sabores y su textura única. Al igual que las Casas Colgadas de Cuenca, el morteruelo es una parte integral del patrimonio de la región y sigue conquistando paladares con cada bocado.