La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue avanzando en su política de control de velocidad en las carreteras españolas, y lo hace instalando radares de tramo cada vez más largos y estratégicamente ubicados. Recientemente, se ha puesto en marcha un nuevo radar en la autovía A-2, que tiene una longitud considerable de 7 kilómetros, lo que lo convierte en uno de los radares de tramo más extensos. Pere Navarro, director de la DGT, ya había advertido que los radares de tramo serían los protagonistas en el futuro del control de velocidad en España, y con esta nueva instalación, esa promesa se cumple.
5La importancia de adaptarse a la nueva realidad
Con la implementación de radares de tramo más largos y en mayor cantidad, los conductores deben ser conscientes de la necesidad de ajustar su comportamiento en la carretera. Mantener una velocidad constante y respetar los límites establecidos no solo evita multas, sino que también contribuye a reducir el riesgo de accidentes. Herramientas como aplicaciones de navegación que avisan de la ubicación de los radares, como Waze, o el uso del control de velocidad de crucero pueden ser útiles para garantizar que no se excedan los límites permitidos.
Además, es crucial recordar que estos radares no buscan solo sancionar, sino también proteger a los conductores y a otros usuarios de la vía. La seguridad vial es responsabilidad de todos, y cumplir con los límites de velocidad es una forma de contribuir a ello.
