La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue avanzando en su política de control de velocidad en las carreteras españolas, y lo hace instalando radares de tramo cada vez más largos y estratégicamente ubicados. Recientemente, se ha puesto en marcha un nuevo radar en la autovía A-2, que tiene una longitud considerable de 7 kilómetros, lo que lo convierte en uno de los radares de tramo más extensos. Pere Navarro, director de la DGT, ya había advertido que los radares de tramo serían los protagonistas en el futuro del control de velocidad en España, y con esta nueva instalación, esa promesa se cumple.
3Cataluña, pionera en la instalación de radares de tramo
Cataluña ha sido una de las comunidades autónomas más proactivas en la instalación de radares de tramo. Actualmente, el Servei Català del Trànsit (SCT) ha desplegado 41 de estos cinemómetros a lo largo de su red de carreteras, sumándose a los 242 puntos de control de velocidad que ya existen. Estos radares son especialmente útiles en trayectos donde se busca evitar que los vehículos sobrepasen los límites, garantizando una mayor seguridad vial en zonas de alto riesgo.
El nuevo radar de tramo de la A-2 se suma a esta creciente lista, consolidando la apuesta tanto de la DGT como del SCT por este tipo de controles de velocidad. Aunque este radar tiene una longitud de 7 kilómetros, sigue siendo considerablemente más corto que el radar de tramo más largo de España, ubicado en Palencia, que mide 33 kilómetros.
