La polémica ha vuelto a salpicar a Paco León, esta vez por una escena de su película «Kiki, el amor se hace» (2016), en la que un hombre droga a su esposa con problemas de movilidad para mantener relaciones sexuales con ella.
El actor y director sevillano ha vuelto a pedir perdón por esta escena a raíz del mediático juicio del «caso Pelicot» en Francia, donde una mujer fue drogada durante años por su marido y violada por más de 50 hombres.
El caso de Gisèle Pelicot ha conmocionado al mundo por la crueldad y la sistematicidad con la que se perpetraron las agresiones sexuales. La similitud con la escena de «Kiki» ha despertado la crítica y ha llevado a León a realizar una profunda reflexión sobre la «cultura de la violación».
5La responsabilidad del cine en la representación de la violencia sexual
El cine tiene un gran poder de influencia en la sociedad y es importante que se use con responsabilidad. La representación de la violencia sexual en el cine debe ser cuidadosa y evitar la trivialización y la romantización.
En el caso de «Kiki», la escena de la violación, además de ser inapropiada, ha servido para poner de manifiesto la importancia de la educación y la sensibilización en torno a la violencia sexual.