Todos tenemos pequeñas costumbres o hábitos que repetimos casi sin pensar. Son esas «manías» que, aunque parecen inofensivas, forman parte de nuestro día a día. ¿Te has encontrado alguna vez reorganizando los cubiertos en la mesa o evitando pisar las líneas del suelo? Aunque estas manías pueden parecer curiosas, no debemos confundirlas con un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), una condición más grave y compleja.
Es importante entender la diferencia entre manías y TOC. Mientras que las manías son comportamientos que podemos elegir ignorar, el TOC está ligado a una ansiedad intensa que impulsa a las personas a cumplir con ciertos rituales para aliviar esa angustia. A continuación, te presentamos algunas de las manías más comunes que, aunque no sean tan graves como un TOC, pueden ser sorprendentes.
7Organizar objetos según un orden particular
Otra manía común es la tendencia a organizar objetos de una manera específica, ya sea por color, tamaño o forma. Algunas personas sienten la necesidad de tener todo en un orden particular para sentirse tranquilas. Esto se ve comúnmente en escritorios, estanterías, o incluso en la organización de la ropa en un armario.
Mientras que una persona con TOC podría sentir una ansiedad incapacitante si este orden se altera, alguien con una simple manía podría dejarlo pasar sin mayores consecuencias. De nuevo, la clave está en la intensidad del malestar que genera la ruptura de estos hábitos. En una manía, el comportamiento es opcional, pero en el TOC, se convierte en una compulsión ineludible.
Las manías, aunque pueden parecer extrañas o inusuales, forman parte de la vida diaria de muchas personas. Es importante entender que no todas las conductas repetitivas o peculiares se deben confundir con un TOC. La diferencia fundamental radica en la capacidad de controlar o ignorar estos comportamientos. Mientras que una manía es más una preferencia o costumbre, el TOC está acompañado de una angustia intensa que condiciona la vida de quienes lo padecen.