Ricardo Castella no se calla sobre la polémica de ‘La Revuelta’ y la censura de La 1 de TVE

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La nueva temporada televisiva ha traído consigo un inesperado protagonista: ‘La Revuelta’. Este programa, liderado por David Broncano, ha irrumpido en el panorama audiovisual, marcando un cambio significativo en el access prime time. Después de años de dominio absoluto de ‘El Hormiguero‘, la llegada de ‘La Revuelta’ a Televisión Española ha capturado la atención del público.

En su primer mes en la televisión pública, ‘La Revuelta’ ha alcanzado una media de dos millones de espectadores, lo que evidencia su rápida aceptación entre la audiencia.

Sin embargo, este nuevo entorno también impone ciertas restricciones; el formato debe adaptarse a las normas de la cadena, lo que significa que no puede mantener el mismo nivel de humor directo y provocador que solía tener.

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Un cambio de tono para adaptarse a la televisión pública

Ricardo Castella, director y productor ejecutivo de ‘La Revuelta’, ha reconocido abiertamente que el programa ha tenido que realizar ajustes significativos en su contenido para adaptarse a la audiencia y las normas de Televisión Española.

«Era un reto ver si el programa podía encajar en Televisión Española y en esta franja horaria«, comentó en una entrevista.

Con una audiencia más amplia, la presión por cumplir con las expectativas se ha incrementado. Algunos chistes, en particular aquellos que hacen referencia a las drogas, han generado controversia y críticas de ciertos sectores. Castella ha explicado que «ahora estamos en el foco«, haciendo referencia a la mayor visibilidad y responsabilidad que conlleva este nuevo formato.

Uno de los aspectos más destacados por Castella es la necesidad de adaptar el estilo del programa a una cadena pública.

A diferencia de su anterior formato en Movistar Plus+, que se emitía en un horario más tarde y con menos restricciones, ‘La Revuelta’ debe navegar por un marco regulatorio diferente. Esto se traduce en un enfoque más cauteloso hacia ciertos temas, sobre todo en lo que respecta a bromas y referencias que podrían considerarse inapropiadas.

Castella ha admitido que se han visto obligados a realizar ajustes significativos en el contenido. «Era un reto ver si el programa podía encajar en Televisión Española y parece que sí,» comenta. Sin embargo, los cambios no solo deben ser estratégicos, sino también creativos, lo que complica el proceso de producción.