Las autoridades talibán han anunciado la detención de varios miembros del grupo yihadista Estado Islámico, quienes presuntamente estuvieron involucrados en un atentado perpetrado en mayo contra un grupo de turistas en Afganistán, que se saldó con siete muertos, entre ellos cuatro españoles.
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha indicado que «las fuerzas especiales del Emirato Islámico» han capturado a «elementos clave» de Estado Islámico que habrían estado implicados en este ataque y en otro atentado en la capital, Kabul. Los sospechosos han sido arrestados en operaciones en Kabul y la provincia de Nangarhar.
Muyahid ha recalcado que un ciudadano tayiko cuya identidad no ha trascendido ha sido detenido en el «escondite» del considerado ‘cerebro’ de los ataques y ha agregado que «esta persona estaba planeado perpetrado un atentado suicida». Además, las fuerzas afganas se han incautado un cinturón explosivo, dos armas de fuego y municiones.
Derrota del Estado Islámico en Afganistán
Por otra parte, Muyahid ha destacado que dos presuntos miembros de Estado Islámico han muerto en otras operaciones en Kabul y la provincia de Faryab, y ha reseñado que varios sospechosos han sido detenidos. «Algunos de ellos regresaron recientemente a Afganistán desde un campamento de entrenamiento de Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) en Mastung, Baluchistán», ha detallado.
El portavoz ha argumentado que el grupo «sigue orquestando ataques» desde territorio paquistaní y ha añadido que también «atacan a eruditos religiosos, clérigos y miembros de organizaciones religiosas, políticas y espirituales en Baluchistán y Jíber Pajtunjua». Sin embargo, los talibán han asegurado en varias ocasiones que ISKP no supone ya una amenaza en el país y a finales de 2023 llegó a afirmar que el grupo yihadista contaba únicamente con «entre 70 y 80» miembros en el país centroasiático.
Rivalidad y Conflicto Entre Talibán e ISKP
ISPK, la rama del grupo yihadista en Afganistán, considera a los talibán unos traidores a la ortodoxia de la ‘sharia’ o ley islámica, y defiende una interpretación mucho más dura, motivo por el que ha sido objetivo de una campaña de seguridad por parte de los talibán, quienes tomaron el control del país tras la huida del entonces presidente afgano, Ashraf Ghani, ante su avance militar hacia la capital.