En un emotivo homenaje, el Ayuntamiento de Bilbao ha conmemorado el 160 aniversario del nacimiento de Miguel de Unamuno, una figura emblemática de la ciudad y una de las mentes más brillantes de la época. El acto, presidido por el alcalde Juan Mari Aburto, se llevó a cabo en la plaza que lleva el nombre del célebre escritor y filósofo, como se hace cada año para recordar su legado.
La ceremonia contó con la presencia de dos nietos y una biznieta de Unamuno, así como una representación de la corporación municipal, lo que le confiere un carácter de profundo significado y cercanía con la figura homenajeada. En su discurso, el alcalde Aburto destacó que Unamuno fue un bilbaíno «poliédrico, polémico y contradictorio», reflejo de una época «convulsa que cambio el mundo».
La Época Convulsa de Unamuno
Aburto hizo un recorrido por el contexto histórico en el que vivió Unamuno, recordando que hace 100 años, en el año 1924, la prensa bilbaína se hacía eco de diversos hechos relevantes, como una «formidable galerna» en el Abra y el sorteo de viviendas del nuevo barrio de Ciudad Jardín.
Además, mencionó que en ese mismo año, las negociaciones para la anexión de las anteiglesias de Deusto y Begoña centraban el interés de los bilbaínos, quienes también seguían con preocupación las noticias procedentes de la guerra de Marruecos y otros acontecimientos curiosos, como el ayuno de 20 días iniciado por Gandhi contra las luchas religiosas en la India o la derrota del Athletic en San Mamés.
En ese contexto, Unamuno, considerado «uno de los mayores intelectuales europeos de la época», se encontraba en París, adonde había llegado «desde su destierro en Fuerteventura por su actitud contraria a la dictadura, renunciando al indulto que le permitía volver a su vida normal». El alcalde Aburto relató que Unamuno fue «acogido de manera triunfal» en la capital francesa y se integró en el ambiente de los cafés parisinos, «tradicional punto de encuentro de intelectuales y políticos».
Unamuno, Figura Emblemática de Bilbao
Aburto destacó que Unamuno compartió reflexiones en el café La Rotonde con personajes de la talla del ex ministro monárquico Santiago Alba, el futuro presidente de la Generalitat de Cataluña, Francesc Maciá, y escritores como Blasco Ibáñez, Rainer Maria Rilker y el Premio Nobel Romain Rolland. Incluso se sugirió que pudo haber coincidido con Picasso, Ernest Hemingway y Luis Buñuel, rostros habituales de los cafés de Montparnasse.
Sin embargo, el alcalde también mencionó un episodio menos grato, cuando Millán Astray, por encargo de Primo de Rivera, se acercó al café de los exiliados para tomar contacto con lo que el dictador llamaba «el grupo revolucionario de París» y hablar con Unamuno, pero este último al verle «se hizo el escurridizo».
En su discurso, el alcalde Aburto resaltó que el «Día de Unamuno» brinda la oportunidad de explorar aspectos «curiosos y casi novelescos» de la vida de este bilbaíno «poliédrico, polémico y contradictorio», quien refleja una época convulsa que marcó el mundo.