Lavar la ropa es una tarea esencial en nuestro día a día, y lo hacemos con la comodidad de la lavadora. Sin embargo, este electrodoméstico puede convertirse en uno de los mayores consumidores de electricidad en el hogar, lo que a largo plazo afecta a nuestro bolsillo. A pesar de esto, es posible lavar en lavadora sin disparar el consumo eléctrico, y sin perder la eficacia que todos buscamos en la limpieza de nuestra ropa.
Lo cierto es que, con algunos ajustes sencillos y fáciles de implementar, puedes reducir considerablemente el gasto energético asociado al lavado de la ropa. No hace falta renunciar a la practicidad, solo necesitas aplicar un truco que quizás aún no conoces y que te permitirá mantener la factura de la luz bajo control, sin comprometer la limpieza ni la comodidad. A continuación, te contamos cómo hacerlo.
3Lava con agua fría para un ahorro significativo
Otro truco clave para reducir el consumo de electricidad al lavar la ropa es usar agua fría. La mayor parte de la energía que consume una lavadora se destina a calentar el agua, por lo que eliminar este paso supondrá un ahorro considerable. La buena noticia es que la mayoría de los detergentes actuales están diseñados para funcionar eficazmente en agua fría, lo que significa que no comprometerás la limpieza de tus prendas al optar por esta opción.
Este pequeño cambio puede suponer una gran diferencia en tu factura mensual. Las lavadoras modernas suelen tener un programa específico para lavado en frío, pero si no es tu caso, simplemente selecciona la opción de agua fría al ajustar la temperatura de lavado. Verás cómo la calidad del lavado sigue siendo excelente, pero tu consumo de electricidad disminuye notablemente.