‘Gran Hermano’, un reality show que ha cautivado a millones de espectadores alrededor del mundo, ha sido testigo de momentos memorables, tanto de alegría como de controversia. La edición actual, tras siete años de ausencia en España, ha regresado con la polémica como telón de fondo, marcada por un escándalo de agresión sexual en una edición previa.
Este incidente ha llevado a la producción a implementar una medida preventiva: un código secreto que los concursantes deben usar para expresar su consentimiento ante las cámaras antes de cualquier interacción íntima.
2Un pulgar arriba como escudo: el nuevo protocolo de consentimiento
Para evitar la repetición de incidentes tan graves, ‘Gran Hermano’ ha implementado un protocolo de consentimiento.
Antes de que los concursantes se introduzcan en la cama para tener relaciones sexuales, ambos deben mostrar un pulgar hacia arriba a la cámara, confirmando su consentimiento. Esta medida ha sido adoptada en otras ediciones internacionales del reality, convirtiéndose en un gesto estándar.
Como resultado de la necesidad de asegurar que las interacciones íntimas son consensuadas, la producción implementó un protocolo específico: todos los concursantes deben levantar el pulgar hacia la cámara antes de participar en cualquier actividad sexual bajo el edredón.
Este gesto sirve como una verificación visual del consentimiento, capturando el momento en que los concursantes confirman su mutuo acuerdo para intimar. La simplicidad de este gesto es clave, ya que busca eliminar la ambigüedad y fomentar un ambiente de seguridad.
Dentro de la casa de ‘Gran Hermano’, las relaciones entre concursantes a menudo evolucionan de maneras inesperadas. Algunos entran como parejas y otros comienzan a desarrollar vínculos románticos a medida que avanza el programa.
Estos vínculos pueden variar desde el coqueteo hasta el edredoning, lo que se convierte en un elemento central de la narrativa. Sin embargo, es crucial que cada interacción íntima sea precedida por el gesto de consentimiento, lo que añade una capa adicional de complejidad a estas relaciones.
Historias como las de Nerea y Luis o Vanessa y Javier son sólo algunas de las relaciones que se han desarrollado bajo la mirada atenta de las cámaras.
En cada caso, el llamado a la intimidad ha sido precedido por el gesto de consentimiento, lo que ha permitido que estas parejas naveguen sus relaciones de una manera que protege la autonomía de ambos.
Estas narrativas no solo constituyen una parte vital del entretenimiento, sino que también sirven como ejemplos de las nuevas normas que se están estableciendo en torno a las relaciones y el consentimiento.