Inazio: «No queria hacer un disco para hablar de mi»

Inazio es una figura interesante dentro de la canción de autor española. El artista navarro no se acerca a la música de autor de la forma que se acostumbra en el país, tristeza sabinera y whisky de por medio, sino que su trabajo es luminoso jugando con la idea del viaje y de la nostalgia y jugando incluso con canciones más entregadas al baile y al sintetizador.

Su primer disco, ‘Música para bailar sobre el agua’ es una carta de presentación interesante. Aunque aquí hay canciones que pueden colarse en la radio, lo cierto es que el artista construye su propio universo, lejos del pop más tradicional y se dedica a llevar al espectador a un viaje en el que el agua y la idea de regreso son clave. 

Celebrando el lanzamiento, Inazio se sentó con el Diario Qué! en las oficinas de Sony y habló de su proceso de composición, de las inspiraciones en su disco y de la naturaleza del cantautor.

Pregunta: ¿De dónde viene la relación con el agua?

Respuesta: Pues, o sea, el nombre del disco viene por una idea que surgió a raíz de una canción de Novo Amor que yo estaba escuchando, que se llama ‘Opaline‘, que es la que abre el anterior disco que sacó, el penúltimo disco que sacó. Y entonces yo estaba ahí escuchando esta canción y tuve como, no sé, una revelación. Adoro ‘Novo Amor’, es de mis artistas favoritos.

Dije, yo quiero hacer una playlist. Entonces dije,  Entonces pensé, tío, esta playlist la voy a llamar ‘Música para bailar sobre el agua’. Y entonces se me abrió la cabeza con el tema Entonces de ahí empezó a desarrollar toda la idea. La realidad es que el agua es una excusa. Es como, yo he utilizado el agua para poder hablar de un viaje.

Que no es un viaje personal, es un viaje espiritual, vital, material, incluso también. O sea, quería hacer algo para la gente, para el público. No quería hablar de mí. Hay cosas de mí, evidentemente, porque el autor siempre deja una firma. Pero quería hacer canciones para la gente. Y entonces, claro, el agua me parecía el elemento perfecto.

Porque tiene diversas formas, mucha simbología y tiene mucha fuerza. Y para mí la he tenido siempre. Yo, siempre que me he bañado en el mar, siempre que me he bañado en el río, esto va a parecer un poco raro, pero siempre he tenido como una sensación de conexión muy fuerte.

Y luego lo que he dicho también en otros medios, es que el agua purifica, el agua lava, el agua en forma de lluvia que hace crecer las cosas, el agua hidrata, somos 70% agua. La inmensidad del mar, del río, un lago. O sea, es que es como que tiene el rocío por la mañana.

Tiene tantas connotaciones tan poéticas, tan ligadas a la belleza, a lo sublime, a lo estético, a lo vital, que me parecía el tema perfecto. Y sobre todo también porque es un tema tan amplio, que así no daba pie a encajonar en una cosa, sino que la gente y las canciones que interpreta.

Pregunta: La mayoría de las canciones de tu disco son canciones de amor ¿Por qué seguir haciendo canciones de amor?

Respuesta: Es que creo que hay una confusión con eso, y es que el amor se ha percibido como algo que solamente es entre parejas y me parece un error.  Hay canciones de amor, ‘Atlántico’ es una canción de amor, ‘Olivia’ es una canción de amor, todo el disco son canciones de amor, pero ‘Oasis’ es una canción de amor a mi madre. No es una canción de alguien de quien yo esté enamorado, de quien quiera ‘Arroyo’, por ejemplo, es una canción de amor, a la pérdida y al descubrir algo.

O sea que el amor tiene muchas formas, y creo que yo en el disco no me he ceñido al cliché, que es ‘estoy enamorado de ti’, te quiero mucho, ojalá pasamos el día juntos, o ya no estás conmigo, mi vida es una mierda, o ya no estás conmigo, mi vida es genial. Que es el amor, a mí me parece, entre comillas, barato, porque puede haber 500 millones de canciones sobre amor, a mí me gustan seis, y de esas seis, tres son literales. Es decir, que ser un buen compositor de amor, de canciones de amor, de enamoramiento, me parece muy difícil.

Y que yo en mi disco he huido de eso, he huido del cliché de escribirle a una persona de la que estoy enamorado, si no que he escrito a situaciones, a descubrimientos, y es que, joder, hay que estar enamorado de la vida, del mundo, de tu trabajo, de tus amigos, de tus padres, de las cosas que haces, de las cosas que ves, de las cosas que sientes, que experimentas. Y yo he hablado de eso, de ese amor lo estaba hablando yo, más que de ese amor, 

Pregunta: En el disco creo que hay como dos tipos de canciones, unas canciones un poco más ambientales, un poco más lentas, y después canciones, tú nombraste Oliva, que son un poco más movidas, un poco más bailables, quizás. ¿Cómo defines cuando armas una canción a qué va a sonar, más allá de la letra?

Respuesta: Yo tengo una canción y la canción pasa por diferentes procesos. Sí que más o menos tengo claro por dónde la quiero llevar, pero llega un momento en el que cuando la canción sale, ella te guía. Y entonces yo veía que ‘Olivia’ era una canción pero también era un grito. Y claro, no puedes hacer una canción, ya depende cómo sea el grito, pero era un grito como de desesperación y entonces ese grito tenía que tener fuerza y esa fuerza tenía que llevar al movimiento y ese movimiento te lleva al baile.

‘Oasis’ también.’Oasis’ es el momento cuando llegas de un viaje, te bajas del coche, sale tu madre al portar la puerta y corres por ella. Pues ‘Oasis’ es esa energía. Claro, también es puro movimiento. Arroyo, por ejemplo, tiene una parte inicial muy reflexiva en la que es una guitarra, una voz, bueno, voces que se intercalan, una alta, una baja. Y luego, después de escribirlo, que menciona la palabra y en el baile dices, claro, no podemos hablar de baile.

Entonces, claro, entra una batería. Entonces claro, eso no es que yo estaba ya, vale, esto va a pasar, sino que la canción a lo largo del disco sí que había canciones que yo sabía que iban a ser más movidas como ‘Atlántico’, ‘Mi mejor versión’ o ‘Deja huella’. Esas canciones sí que yo sabía que necesitaban fuerza porque sabía que les correspondía una etapa del disco en la que había que hablar de eso: De energía, de fuerza, de baile, de movimiento

Pregunta: Tú eres profesor de historia. ¿Eso marca la hora de componer? ¿El tener toda esta información de la vida, de la gente, del país, a la hora de pensar una canción?

Respuesta: Influye sí, pero cómo influyen los libros que leo, o las películas que veo. Un artista es un intelectual. 

En una asignatura optativa en la Universidad de Velázquez, el profesor nos contó que uno sabía lo listo o lo docto que era un artista cuando ibas a su taller y visitabas su biblioteca. Y entonces tú sabías, por ejemplo, que Rubens, dentro de su taller, tenía una biblioteca y tenía 570 libros, ibas a la de Velázquez, tenía 320, ibas a la de otro y tenía 180. Claro, cuantos más libros tuviera podías conocer cuanto investigaba sobre su trabajo. 

Eso es un artista. Un artista que no está al tanto del arte, de la literatura, de la pintura, no visita museos, no lee con frecuencia, no ve cine, es muy difícil, el arte alimenta al arte y tú tienes que estar, tienes que tener la antena de la belleza, de lo estético, puesta siempre.

LA PORTADA Y LA NOSTALGIA

Pregunta: ¿De dónde viene la foto de la portada del disco?

Respuesta: La ha hecho mi querido amigo mío Fabio Purroy. Es un amigo mío de Navarra. Él es un tío que es especialista en fotografía, en retrato y paisaje. Él ha vivido muchos años en Noruega.

Él entendió a la perfección la idea del disco y queríamos hacer una foto en la que hubiese movimiento, pero que hubiese calidez. Porque yo lo pensaba y decía joder, igual una portada azul, por el agua.

Pero él me dijo no, porque queremos, o sea, queremos agua, sí, pero queremos acogida, queremos calidez. También la primera canción del disco, que es ‘Oasis’, acaba diciendo quédate conmigo. Que eso es como la otra parte importante de decir has empezado el disco, quédate.

Entonces esa idea de que las canciones, aunque tienen, digamos así, tonos azules por el agua, son canciones rojas, amarillas, por la calidez. Entonces, la foto se hizo en Málaga y nada, la verdad es que los actores o los que participaron en la foto lo hicieron genial. Hicimos varios tipos de fotos.

Hicimos una en la que saltábamos el agua, bueno, en la que saltaban porque yo no pude salir. Tampoco quería, porque era como, ¿sale tu cara o no sale tu cara? ¿Hacemos algo más misterioso y borroso o hacemos algo más claro que se vea?

Entonces, a mí al final me gustó esa, como de todos corriendo por el agua, se nota que el agua está saltando, el atardecer. O sea, me parece que esa es esa idea, la que hubo en el disco. La de cuando te bañas a última hora en verano y el agua no es ese azul o roja por el reflejo y estás en la belleza del mundo.

INAZIO EL CANTAUTOR

Pregunta: Rompes con la idea del cantautor deprimido ¿Ha sido algo natural?

Respuesta: Me parece más difícil escribir canciones alegres que canciones tristes, creo que no hay tristeza en este disco, hay nostalgia.

La nostalgia puede ser una emoción muy alegre. Entonces creo que también hay una influencia de la tristeza por los autores del romanticismo, que introducen esa idea del poeta maldito, de la desgracia, de la bohemia, entonces yo huyo bastante de esa movida, pero porque creo que las referencias que tengo yo en mi parte cantautor son muy alegres. Y es lo que te digo, nostálgicas.

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Cuando pienso en ese tipo de artista me parece como un artista urbano, no en el sentido de reggaetón de género, sino de calles lúgubres, una farola, un tío con un frac fumando, entrando en un antro de mala muerte. Yo soy más de estar debajo de un olivo tocando la guitarra y escribiendo sobre lo que estoy viendo. Ese tipo de cantautor soy yo, no el que habla sobre ahí.

Pregunta: ¿Cuándo te vemos en Madrid?

El 7 de marzo, que por cierto está más de la mitad vendido. Y yo estoy muy feliz, la verdad. Porque la gente está con muchas ganas de concierto y veo que el feedback es muy bueno.