La canciller de México espera gestos de «desagravio» de España pero ve «excelentes» las relaciones con Sánchez

En un momento clave de las relaciones diplomáticas entre México y España, la ministra de Exteriores de México, Alicia Bárcena, ha realizado declaraciones de alto nivel que buscan tender puentes de entendimiento entre ambos países. Desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Bárcena ha expresado su deseo de que se produzca una «reunión de desagravio» que permita «salir de la situación» generada en los últimos años por discrepancias históricas.

La canciller mexicana ha explicado que cuando en México se descubren ruinas, las comunidades celebran una especie de «ceremonia de desagravio» porque implica entrar en tierras y culturas ancestrales. Con este símil, Bárcena espera que con España pueda producirse en un futuro una reunión que permita «aparcar discrepancias históricas» y avanzar hacia una nueva etapa de «gran dinamismo económico y político» en las relaciones bilaterales.

Tensión Diplomática por Carta de 2019

La actual tensión diplomática se remonta a una carta remitida en 2019 por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a Felipe VI, en la que se «invitaba» al Gobierno español y al monarca a «conversar» y se exhortaba a pedir disculpas por los abusos de la conquista. Según Bárcena, esta solicitud «no fue respondida«, lo que ha derivado cinco años después en que el Rey no haya sido «invitado a la ceremonia de investidura de la nueva mandataria, Claudia Sheinbaum».

La canciller ha señalado que esta polémica «no es un tema reciente» y que los hechos a los que alude ahora su Gobierno datan de hace «mucho tiempo«, remontándose a una «primera fase colonial» a la que siguió una «segunda etapa en el siglo XX», con el exilio a México de más de 40.000 personas que huían de la dictadura franquista.

Relaciones Actuales y Perspectivas de Futuro

Según Bárcena, las relaciones entre México y España están ahora en una «tercera fase, de gran dinamismo económico y político», por lo que ha dado a entender que hay margen para que los dos países terminen «poniéndose de acuerdo» y resolviendo la actual crisis.

La jefa de la diplomacia mexicana ha aprovechado también para recordar que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y otros altos cargos políticos españoles sí estaban invitados al traspaso de poderes del próximo 1 de octubre en México. No obstante, el Gobierno español ha rechazado enviar ningún representante al considerar «inaceptable» que se haya descartado de manera expresa la posible presencia del Rey.

En este contexto de tensión diplomática, las declaraciones de Bárcena reflejan la voluntad de México de avanzar hacia una reconciliación con España, superando las discrepancias históricas y abriendo una nueva etapa de cooperación y entendimiento entre ambos países. La «reunión de desagravio» que propone la canciller mexicana podría ser un primer paso importante en este sentido, si logra el respaldo y la participación de las autoridades españolas.