La carga impositiva en el sector de equipos y productos sanitarios es un tema de gran relevancia en España, con importantes implicaciones tanto para el sistema público de salud como para los ciudadanos. Un reciente informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) analiza en profundidad esta problemática y plantea soluciones para mejorar la situación.
Desventaja Comparativa en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
Según el informe, España es uno de los países europeos con los tipos de IVA más elevados para los productos sanitarios, situándose en los tramos más altos junto con países como el Reino Unido, Francia o Alemania. Por ejemplo, el IVA para los instrumentos de otorrinolaringología en España es del 21%, frente al 19% de Alemania, el 20% de Francia o el 6% de Bélgica.
Esta desigualdad en la carga fiscal genera una situación desfavorable para los consumidores de servicios sanitarios en España en comparación con el resto de la Unión Europea, donde países como Italia, Francia, Portugal, Alemania, Polonia o los Países Bajos ya aplican tipos reducidos de entre el 4 y el 9% de IVA en sus dispositivos médicos y sanitarios.
Impacto en el Sistema de Salud Público y Privado
El sistema público de salud, como principal comprador de equipos y productos sanitarios, se ve especialmente afectado por el mantenimiento de un tipo elevado de IVA en la adquisición de material sanitario. Esto eleva los costes para el Estado, dificultando la compra de equipos de última tecnología y limitando los recursos disponibles para mejorar la cantidad y calidad de los servicios públicos sanitarios.
Además, en un contexto de creciente colaboración público-privada en el sector sanitario, un tipo elevado de IVA también dificulta la reinversión en innovación tecnológica y sanitaria por parte del sector privado, lo que limita el acceso de todos los ciudadanos a técnicas diagnósticas o terapéuticas de alta complejidad.
Beneficios de una Reducción del IVA
Según el informe, la reducción del IVA en equipos y productos sanitarios podría generar importantes beneficios tanto para el sistema de salud como para los ciudadanos. Por ejemplo, una disminución del tipo general del 21% al 10% conllevaría un ahorro de más de 800 millones de euros en el gasto público, recursos que podrían destinarse a reducir las listas de espera, mejorar la equidad territorial en la provisión de servicios y renovar los equipos más obsoletos para incorporar las tecnologías más punteras.
Asimismo, esta medida aumentaría la renta disponible de los hogares españoles en más de 300 millones de euros al año, beneficiando en mayor proporción a los colectivos con un menor nivel de renta.
En definitiva, el informe del IEE resalta la importancia de gravar de forma consecuente con su condición de «bienes preferentes» a los equipos y productos sanitarios, con el objetivo de mejorar el bienestar social, la equidad y la eficiencia del sistema de salud en su conjunto.